La temporada del Deportivo Alavés B ha sido de enorme sufrimiento por los muchos problemas que ha padecido a lo largo de todo un curso en el que se quedó por debajo de las expectativas con su tercera posición en la fase regular, pero en el que ha conseguido firmar una actuación brillante a la hora de la verdad, en un play off de ascenso que, esta vez sí, los jóvenes valores albiazules consiguieron resolver de manera favorable. Tras fracasar en los intentos de los dos últimos años -especialmente agónico fue el de hace dos, con derrota en los penaltis en Ibaia en la eliminatoria final-, el equipo nodriza alavesista firmó ayer el regreso a Segunda División B en otro partido de enorme dramatismo. Una eliminatoria que se acabó resolviendo a favor de los vitorianos por el valor extra de los goles a domicilio, ya que los tantos firmados por Oier Sarriegi y Andrei Lupu pesaron más en la balanza que los dos que consiguió el Tarazona. El Glorioso consiguió en tierras aragonesas el ascenso de su filial, un objetivo que venía persiguiendo durante los tres últimos años y que reafirma la buena salud actual del club.

El cuadro albiazul lo tuvo claro desde el inicio. Solidez defensiva para cerrar espacios y entorpecer el juego del Tarazona y velocidad en la ejecución de los ataques, llevando con celeridad el balón al área local mediante centros laterales y una primera salida a la contra en la que Lupu y Héctor se quedaron mano a mano con la pareja de centrales, pero en la que el guardameta del cuadro aragonés se adelantó al extremo canario para evitar que el peligro fuese a mayores. La imagen de los pupilos de Iñaki Alonso era la de un equipo que se encontraba cómodo sobre la hierba artificial del municipal turiasonense. Con sus salidas provocaba situaciones de amenaza -Jesús tuvo que aparecer de nuevo para detener un cabezazo de Adrián en un saque de esquina-, mientras que Álvaro González seguía el desarrollo del partido desde lejos. Así hasta que segundos antes de que el colegiado decretase el parón para el refresco -la temperatura era insoportable, cercana a los cuarenta grados- llegó el gol del Tarazona en su primera aproximación con un servicio desde la derecha de Nami que Ballarín definió a la perfección con la zurda tras colarse entre los centrales.

Empate rápido Con el gol en contra a la media hora de juego, el cuadro albiazul jugaba sin red aunque la necesidad de marcar para ascender era la misma que en el arranque del partido. Esa diana metía al Tarazona en Segunda B, pero una de los vitorianos cambiaba por completo el panorama y todavía quedaba por delante una hora de partido.

Así, el Alavés probó de nuevo los reflejos de Jesús con un disparo desde la frontal de Valero y el propio mediapunta ilicitano tuvo en su bota izquierda la mejor ocasión de la primera parte con un lanzamiento de falta que estrelló en el larguero y en el que tampoco Lupu pudo llegar a enganchar el rechace. La exhibición de Valero en la ejecución del balón parado fue espectacular y al tercer intento, en un servicio de falta desde el lateral izquierdo, puso el balón en la cabeza de un Sarriegi que se elevó sobre la zaga local para conectar un testarazo maravilloso al fondo de la red que en el minuto 41 ponía al Glorioso en la categoría de bronce.

El empate hizo que los ánimos turiasonenses se caldeasen al verse apeados del sueño del ascenso y en el tramo final del primer acto el colegiado catalán Moreno Villaécija tuvo que recurrir a una catarata de amonestaciones para que el encuentro no se le fuese de las manos en varios rifirrafes. Para evitar males mayores, el árbitro ni siquiera agotó los dos minutos de descuento que había decretado y señaló el camino a los vestuarios segundos antes de lo que él mismo había dispuesto.

En el arranque del segundo acto -interrumpido unos segundos por el lanzamiento al campo de un petardo- fue el Alavés quien dio el primer aviso con un disparo de Gualda desde la frontal, aunque pronto se volcó el Tarazona, sobre todo a través de su banda derecha. Por ahí llegó el gol y sus principales acciones de peligro en la primera parte, con la pareja formada por Nami y Rami percutiendo sobre un Javi López que contó con poca ayuda. Viendo ese problema, Iñaki Alonso dio entrada a Bengoetxea para fortalecer ese carril izquierdo.

Por si le faltaba calentura al partido, un golpe con el codo de Adrián a Míchel en el área que no fue castigado con penalti a pesar de que el central albiazul le abrió una brecha en la ceja al rival hizo que el ambiente se caldease todavía más. Quedaba muchísimo por jugarse, las amonestaciones por los dos bandos se acumulaban y el marcador se movía en el filo de la navaja, aunque las constantes interrupciones beneficiaban a unos albiazules que se encontraban en situación ventajosa y que, más allá de la lógica tensión del momento, no sufrían ante el fútbol de un rival atascado.

Final esperpéntico El cronómetro avanzaba lento para los alavesistas y a toda velocidad para los turiasonenses, que no eran capaces de encontrar el camino hacia la meta de Gonzi. Los de Iñaki Alonso se defendían a la perfección prácticamente con una decena de jugadores en torno a su área, con Lupu ejerciendo de llanero solitario para tratar de cazar una contra definitiva. En una de las pocas salidas, el punta forzó la segunda amarilla y consiguiente expulsión de Antonio. A partir de ahí el cuadro aragonés quemó sus últimas naves, pero no hubo espacio a la reacción porque en su segundo contragolpe Lupu forzó un penalti que él mismo se encargó de transformar. El ascenso parecía certificado, pero aún se hubo de sufrir. Primero, por una interrupción cuando el colegiado reclamó la presencia de las fuerzas policiales para preservar la seguridad de sus asistentes en las bandas. Posteriormente llegaría el gol de Gassama que le daba aire al Tarazona sin que nadie, ya en el minuto 98, supiese cuánto quedaba de prolongación. La espera se hizo eterna, pero, por fin, el Alavés B pudo celebrar, tras mucho padecer, su regreso a Segunda B.

Tarazona2

Alavés B2

TARAZONA Jesús; Nami (Gassama, m. 80), Carlos Javier, Oli, Roger; Rami (Guille, m. 71), Antonio, Michel Sanz, Moha (Frau, m. 74); Sergio y Ballarín.

DEPORTIVO ALAVÉS B Álvaro González; Oier Sarriegi, Adrián González, Gabriel Estigarribia; Javi López; Mahmoud Abdellahi (Jorge Bengoetxea, m. 53), Antonio Perera, Álex Gualda; Héctor Castillo (Iñigo Arzuaga, m. 64), Andrei Lupu y David Valero (Borja Sainz, m. 81).

Goles 1-0, minuto 30: Ballarín; 1-1, minuto 41: Oier Sarriegi; 1-2, minuto 92: Lupu, de penalti; 2-2, min. 98: Gassama.

Árbitro Moreno Villaécija (colegio catalán). Expulsó por doble amarilla a Antonio (minutos 37 y 83) por parte del Tarazona amonestó también a Míchel Sanz (m. 44), Rami (m. 44), Moha (m. 52), Carlos Javier (m. 87), Guille (m. 87) y Oli (m. 92); y por parte del Alavés a Abdellahi (m. 27), Adrián (m. 44), Perera (m. 45+), Héctor (m. 51), Gualda (m. 60) y Sarriegi (m. 62).

Incidencias Estadio Municipal de Tarazona. Alrededor de dos mil espectadores, un centenar de ellos alavesistas.