vitoria - Con apenas las nueve jornadas finales del campeonato por disputarse y la mayor igualdad en la parte noble de la clasificación que se recuerda en los últimos años, cada punto se convierte en un tesoro por que es necesario pelear hasta la extenuación. Pero si, además, este preciado bien se pone en liza entre dos adversarios directos en la carrera por alcanzar el mismo objetivo, su incalculable valor se multiplica todavía más. Y eso es precisamente lo que sucederá esta tarde en el estadio Ramón Sánchez Pizjuán, en el que se encontrarán el Sevilla y el Deportivo Alavés.
Dos conjuntos que iniciaron la competición con perspectivas muy diferentes pero que, en el momento de la verdad, se encuentran en el mismo ecosistema. Como consecuencia de ello, la escuadra albiazul se desplazó ayer con el firme propósito de asaltar el feudo de un rival directo y, como consecuencia de ello, dar un pasito más hacia su inesperado regreso a Europa. La misma distancia en la que alejaría a los andaluces de idéntica meta.
Porque eso es lo que, fundamentalmente, se pondrá en juego en la capital hispalense. Los vitorianos llevan prácticamente todo el curso en las posiciones que garantizan el pasaporte continental mientras que el equipo de Joaquín Caparrós, por su parte, trata de arreglar en un agónico sprint final los muchos errores cometidos que le alejaron de los puestos de privilegio.
Las espadas están en todo lo alto y hay también unos cuantos conjuntos más inmersos en la pelea, por lo que suceda lo que suceda hoy no será definitivo pero si algo hay claro a estas alturas es que los despistes se pagan muy caro. Más todavía si, como es el caso, se producen de manera consecutiva.
Algo que no podrá evitar el que salga perdedor de la contienda de esta tarde. El Glorioso llega a la misma después de la dolorosa goleada encajada el pasado sábado en Mendizorroza ante el Atlético de Madrid, mientras que el Sevilla también degustó las hieles de la derrota ante el Valencia. Otro choque ante un adversario directo en el que ni siquiera pudo sumar un punto.
Así pues, ambos afrontan el duelo como la ocasión ideal para redimirse y, al mismo tiempo, evitar caer en lo que podría convertirse en una peligrosa depresión. Claro que ninguno de los dos lo tendrá sencillo para conseguirlo. Porque si algo han demostrado hasta la fecha es que cuentan con argumentos más que suficientes para rehacerse y provocar un serio disgusto a cualquier oponente.
Eso sí, albiazules y nervionenses tienen que hacerlo en esta oportunidad notablemente mediatizados por las ausencias. En el caso de la escuadra del Paseo de Cervantes, Abelardo no podrá contar con Manu García por sanción ni con los lesionados Maripán y Burgui. Unas bajas que unidas al despropósito táctico que se vio en el tramo inicial del choque con el Atlético provocarán casi con total seguridad que el técnico asturiano modifique el esquema. De esta manera, todo apunta a que Inui recuperará su puesto de titular en la banda derecha mientras que Borja Bastón acompañará a Calleri en la punta del ataque en detrimento del sueco Guidetti.
Por lo que respecta al resto de la formación inicial, Pacheco volverá a estar acompañado por Ximo Navarro, Laguardia, Ely y Duarte en la defensa mientras que Tomás Pina y Jony son fijos en la medular. La única duda radica en la identidad del jugador que acompañará al manchego en el doble pivote, y que se disputan Brasanac y Wakaso.
Pero si la situación del Alavés no es sencilla, también larga es la lista de bajas que presenta el Sevilla. De esta manera, Caparrós no podrá contar con el argentino Éver Banega, sancionado, ni con los lesionados Tomas Vaclík, Wöber y probablemente, el argentino Mercado. Al menos, recupera al meta Juan Soriano, tras cumplir una sanción que propició el debut del joven del filial Javi Díaz, y seguramente al lateral Sergio Escudero y al mediocampista Pablo Sarabia, con muchas opciones de reaparecer tras superar sus lesiones aunque, en vez del madrileño, también podría jugar el argentino Mudo Vázquez. En el medio es posible que Roque Mesa acompañe al francés Gonalons, en lugar de su compatriota Ibrahim Amadou, para suplir a Banega y en punta repetirían Ben Yedder y Munir, al estar tocado el luso André Silva.
Con estos soldados se librará una batalla que, a tenor de lo sucedido hasta ahora a lo largo de la historia, tiene una tonalidad blanquilla bastante definida, puesto que el Alavés solo ha ganado una vez en terreno de juego nervionense. Una trayectoria que el plantel de Abelardo tratará de corregir por todos los medios.