Vitoria - Tres meses han transcurrido desde que el Alavés cerrara el curso 2017-2018 con una derrota por 1 a 0 contra el Sevilla, en un encuentro que se disputó con la permanencia ya asegurada, algo que se antojaba difícil tras el accidentado arranque y el baile de técnicos en los primeros compases de la competición. El Pitu Abelardo llegó para dar estabilidad al proyecto y cumplió con creces su cometido, dejando muy buenas sensaciones en la segunda mitad de la temporada, paseo contra el Athletic en el último partido en Mendizorroza incluido.
De hecho, se ha convertido en el primer técnico que se mantiene de una temporada a otra desde que el club regresó a Primera División de la mano de Bordalás. Esta estabilidad se ve reflejada también en la constitución de la plantilla, la más continuista de los últimos años. De los futbolistas que vistieron de albiazul el último ejercicio, 17 se mantienen en el club. El grueso del vestuario formado por Pacheco, Laguardia, Manu García e Ibai Gómez permanece intocable y de los 11 titulares solo Alfonso Pedraza y Munir han abandonado la disciplina.
La política de fichajes ha cambiado, ya que la dirección deportiva prioriza ahora la contratación de jugadores en propiedad sobre las cesiones. Entre los que han llegado este verano, Guidetti, Ximo Navarro, Twumasi, Marín y Tomás Pina lo han hecho en propiedad y solo Jony y Borja Bastón han aterrizado en Vitoria en calidad de préstamo. Todavía resta el fichaje de un centrocampista organizador y un delantero para poner la guinda al pastel.
El objetivo es la permanencia El año pasado mantenerse en la máxima categoría del fútbol español fue más fácil de lo esperado. Un Alavés al borde del precipicio en las primeras jornadas acabó distanciando en 18 puntos al Deportivo de la Coruña, equipo que marcó el descenso con solo 29. El gran objetivo de la directiva sigue siendo consolidar a la entidad en Primera División, petición que conocen a la perfección tanto técnicos como jugadores. La afición sueña con pelear por posiciones europeas o repetir la gran actuación en Copa del Rey de hace dos temporadas, pero lo primordial es asegurar la permanencia lo antes posible.
La disputa del Mundial de Rusia ha amenizado la espera de los incondicionales, que verán mañana saciados sus deseos de ver jugar al Glorioso. Lo hará ante el FC Barcelona, vigente campeón del torneo, a las 22.15 horas en el Camp Nou. El último equipo que logró derrotar a los catalanes en su fortín fue precisamente el Alavés en la tercera jornada de la temporada 2016-2017, cuando los entonces entrenados por Mauricio Pellegrino se impusieron con goles de Ibai Gómez y Deyverson. Puede que volver a verse las caras con los culés en los primeros compases de la liga, cuando los clubes más poderosos todavía están carburando, sea beneficioso para el Alavés. El curso pasado los babazorros estuvieron cerca de lograr la machada, pero el penalti no pitado de Umtiti y los goles tardíos de Luis Suárez y Messi dieron la vuelta al tanto anotado por Guidetti.
El Barcelona se ha reforzado muy bien este mercado, pero el Glorioso no se ha quedado atrás, dentro de sus posibilidades económicas. A falta todavía de dos semanas para que se cierre el mercado, los fichajes no han sido tan exóticos como los del año pasado, entre los que relucían los nombres de Bojan, Zidane o Munir. Sin embargo, la directiva ha trabajado para cubrir los huecos que han dejado las salidas y responder a las necesidades de Abelardo. Bastón mejora la figura de Santos, cuyo paso por el Alavés no fue lo exitoso que hubiera querido. Jony y Twumasi aportarán la verticalidad que aportaban Pedraza y Katai, mientras que Ximo Navarro sustituye a Alexis Ruano como jugador polivalente en la defensa. Adrián Marín, por su parte, llega para dar un salto de calidad al lateral izquierdo, en el que Héctor Hernández estuvo inédito debido a una lesión. La única pieza que queda por sustituir es la de Munir El-Haddadi, que mañana estará en el lado contrario del campo, defendiendo los colores blaugranas. Además de su figura, el director deportivo, Sergio Fernández, intentará traer un centrocampista creativo y puede que un central que cubra la lesión de Ely para cerrar una plantilla con una pinta muy prometedora.
El tiempo dirá si la estrategia seguida por la directiva este mercado estival ha sido la adecuada o si tienen que rectificar y volver a cambiar de entrenador antes de que acabe el curso. En cualquier caso, el ambiente dentro de la plantilla es inmejorable y el optimismo reina en la entidad del Paseo de Cervantes. El Alavés 18-19 está listo para el pistoletazo de salida de su tercera temporada consecutiva en Primera, con la misión de encontrarse en la misma situación dentro de 365 días.