- El Ayuntamiento de Vitoria-Gasteiz, la Diputación Foral de Álava y el Gobierno Vasco revelaron ayer los entresijos de la financiación de la reforma de Mendizorroza, a la que aportarán el 40% de la inversión total, con un tope de 22.050.200 euros exactamente. El alcalde de Gasteiz, Gorka Urtaran; el diputado general de Álava, Ramiro González; el concejal de Cultura y Política Lingüística del Gobierno Vasco, Bingen Zupirira; y el presidente del Deportivo Alavés, Alfonso Fernández de Trocóniz, se reunieron en la sala de prensa del estadio para oficializar la participación de las tres instituciones públicas en el ambicioso proyecto de ampliación. Según apuntó Urtaran, el Consistorio aportará 8 millones de euros, mientras que la Diputación y el Gobierno Vasco invertirán 7 millones cada uno. El 60% restante requerirá de una inversión privada saliendo a concurso la entrada de “un concesionario”.
Este acuerdo significa el pistoletazo de salida a un proceso complejo que todavía se encuentra muy verde y que no cuenta con fechas concretas. La estimación de 50 millones de euros de coste que hizo el Alavés en diciembre de 2016 encaja con las cifras dadas por los representantes, aunque podría sufrir cambios a lo largo del proceso. De hecho, todo apunta a que la inversión superará esos números después de que Josean Querejeta señalase posteriormente que el club albiazul “va a poner más de 30 millones en la mejora de una instalación pública”. Se convertirá, pues, en la máxima inversión realizada por la entidad en sus casi cien años de historia, aunque Alfonso Fernández de Trocóniz no descarta que encuentren la ayuda de un patrocinador externo. En todo caso, la decisión por parte de las instituciones públicas de apoyar la reforma es firme.
Cabe recordar que el proyecto presentado por el Glorioso pretendía ampliar la capacidad del recinto, que pasaría de 19.840 espectadores a 32.000, si bien cabe la posibilidad de que finalmente el número de asientos ronde los 28.000. El presidente del club no quiso dar detalles sobre esas cifras e insistió en que la reforma se encuentra todavía en una fase previa. El siguiente paso será llevar a cabo un estudio de viabilidad, en el que se estimará el coste de la obra y se decidirá cuál es la solución más beneficiosa para todas las partes. Tras ello, se procederá al diseño de un anteproyecto en el que se especificarán todas las características de la reforma. Será en esta fase en la que se conozca cuál será el aforo del nuevo campo, su aspecto o las instalaciones con las que contará en su interior... En la maqueta que el Alavés expuso en un local de la calle Dato entre finales de 2016 y septiembre de 2017, se incluían una ludoteca, oficinas, taquillas y una zona con tiendas, bares y un restaurante, aunque esto también podría sufrir modificaciones.
La tercera fase consistirá en la redacción de los pliegos definitivos, en los que se concretarán las características mínimas del proyecto. Una vez elaborados los documentos, se verán las propuestas de los posibles concesionarios para afrontar la obra. Eso sí, no se sabe cuánto tardará en completarse dichos pasos, aunque el alcalde mostró su intención de avanzar de la forma más ágil posible.
Una reforma necesaria Mendizorroza, construido en 1924, es el tercer estadio que más tiempo ha permanecido en la misma ubicación en todo el territorio nacional, solo por detrás de Mestalla (Valencia C.F.) y El Molinón (Sporting de Gijón). Las tres instituciones colaboradoras están de acuerdo en que las instalaciones se han quedado “obsoletas” para las exigencias de la Liga y de una ciudad moderna como Vitoria-Gasteiz. “Con esta reforma queremos construir un estadio del que todos los alaveses podamos estar orgullosos”, dijo Fernández de Trocóniz. Mendizorroza es el único recinto de Primera que aún conserva columnas para sostener la cubierta en las gradas. Además, cuenta con un solo ascensor para 20.000 aficionados, por lo que la accesibilidad es un problema muy grande. Además, no existe ninguna zona de atención sanitaria. Según el presidente del Alavés, “no está a la altura de la afición ni de la ciudad”. Fernández de Trocóniz quiso dar las gracias a las tres instituciones por “su sensibilidad y esfuerzo económico”. Además, aseguró que se trata de un proyecto estratégico, que va a producir mucho retorno económico a la ciudad, gracias a, entre otros factores, la afluencia de aficionados foráneos.
El proyecto de reforma de Mendizorroza se unirá a la Estrategia 2025 que Gorka Urtaran presentó el pasado diciembre, junto a otros proyectos como la ampliación del tranvía o el Bus Eléctrico Inteligente. “El deporte tiene que ser una de las bases de la Vitoria moderna del futuro.”, señaló. Tras el anuncio de que el Buesa Arena acogerá la Final Four de la Euroliga, esta remodelación afianza la apuesta de la provincia por el deporte. De hecho, los ocho millones que se invertirán no tendrán influencia en otros proyectos como el arreglo de los vestuarios del campo de fútbol de Aranbizkarra o la remodelación del frontón Beti Jai. El propósito de poner a la venta las instalaciones deportivas de Betoño también sigue en pie, operación que ayudará “a abordar otras necesidades en materia deportiva de la ciudad”, en palabras de Urtaran.
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millones de euros aportarán como máximo entre las tres instituciones públicas implicadas, un 40% del total de la obra. El Ayuntamiento de Vitoria será quien más invierta, con ocho millones, mientras que la Diputación Foral de Álava y el Gobierno Vasco pondrán siete millones cada uno.
San Mamés. El Athletic Club aportó 33 millones de euros, más 17 en concepto de terrenos para su nuevo estadio, al igual que la Diputación. Kutxabank y el Gobierno Vasco invirtieron 50 millones cada uno, mientras que el Ayuntamiento de Bilbao sufragó la obra con 11 millones de euros
Anoeta. En este caso, la Real Sociedad se hizo cargo de la mayor parte de la inversión para la reforma. De los 50 millones de presupuesto, el club txuri-urdin aportó 36, mientras que el Gobierno Vasco y la Diputación de Gipuzkoa pusieron el resto (10 millones los primeros y 4 los segundos). El Ayuntamiento de Donostia no invirtió dinero.