En Figueres, donde la Vuelta midió el peso del tiempo en una crono por equipos de 24 kilómetros por las llanuras del Alt Empurdà, entre vías secundarias y estrechas, nació y murió el genio Salvador Dalí, uno de los pintores más importantes del pasado siglo.

De la boca del museo que recuerda su obra, rematada la fachada con huevos gigantes, un detalle propio del tratado de surrealismo que representaba a Dalí, surgía, a modo de un lengua burlona, la rampa que puso en órbita a los equipos.

Formaciones compuestas por ciclistas de aspecto humanoide, con cascos extraños, algunos similares a cáscaras de huevos recortadas, monos adheridos a la piel y bicicletas que son vehículos de aspecto galáctico para una cuestión de matemáticas.

Jonas Vingegaard, de nuevo líder. Efe

Tecnología, cálculos para los desarrollos, aerodinámica para los materiales y las poses y diseños que tratan de deslizarse sin causar molestias al aire y pasar de puntillas por el asfalto para ser más rápidos y aligerar las manecillas que son mazas de plomo en la crono.

Triunfo del UAE

De ese entramado, salió la victoria del UAE, que resituó a Juan Ayuso y Joao Almeida en el rastro de Jonas Vingegaard. El danés recuperó el liderato después de que el Visma, que partió con un hombre menos por la baja de Zingle, firmara la segunda plaza.

Los muchachos de Vingegaard apenas cedieron 8 segundos respecto al mejor registro, obtenido por el engranaje del UAE, que estableció un crono de 25:26 y con una media de 56,8 kilómetros por hora. El UAE marcó la hora.

A pesar de ceder la victoria, el danés comanda la general con el binomio del UAE, compuesto por Ayuso y Almeida, a 8 segundos en la antesala del primer contacto con la montaña, donde espera un duelo en las alturas. La crono, muy pareja entre los aristócratas, sirvió para ordenar y jerarquizar la carrera.

Giulio Ciccone es quinto, a 9 segundos de Vingegaard. David Gaudu tintinea a 16 segundos y Egan Bernal, a 22. Es un nudo la Vuelta a la espera de que Andorra, con la llegada a Pal, desenrede la carrera, trenzada después de cinco jornadas.

“Hemos ganado. Hemos demostrado que somos un equipo”, dijo Josean Fernández, Matxin, mánager deportivo de la escuadra emiratí, que celebró su 74ª victoria del curso. Quiso recordarlo el técnico vizcaino. Almeida observó que “es una gran victoria. Lo hemos hecho perfecto”.

En la crono perdió el liderato Gaudu, que empujó cuanto pudo con el Groupama, que se dejó 25 segundos respecto al UAE y 17 con el Visma. En la danza de los mejores también se metió el Lidl, que durante buena parte de la crono miró al resto por encima del hombro. Del pedestal le sacaron el UAE y el Visma.

El Soudal, desconectado

Con todo, Ciccone, muy activo en los primeros días de competición, obtuvo un gran resultado. Peor le fue a Mikel Landa. El Soudal perdió el hilo de la crono y entregó 48 segundos, una tardanza de dos segundos por kilómetros. Demasiado. El de Murgia está a 56 segundos de Vingegaard.

Activistas pro palestinos se manifiestan al paso del Israel. TVE

El otro foco de la crono se fijó en la protesta de activistas pro palestinos, que sosteniendo banderas de Palestina y una pancarta obstaculizaron en lo posible el paso al Israel en la crono para gritar en contra del genocidio.

La acción apenas frenó el ritmo de la formación israelí, pero mostró la creciente ola de condena y rechazo de la barbarie que perpetra el estado de Israel contra el pueblo palestino, que arrasa y masacra día tras día.

Al finalizar la etapa, el Israel se quejó de la protesta mediante un comunicado que invocaba a la seguridad de los ciclistas y Javier Guillén, director de la Vuelta, en declaraciones a la Cope, anticipó que "vamos a presentar una denuncia, no podemos permitir lo que ha pasado. Cuando se reivindica con violencia, deja de ser una causa justa". Después de la protesta, fue detenido uno de los activistas.

En Figueres Dalí pudo pintar ciclistas con un aspecto de ciencia ficción y bicis que conectan con lo onírico, pero dedicó su ingenio a pintar relojes blandos. Entre su amplia obra, destaca un cuadro, La persistencia de la memoria, conocido popularmente como Los relojes blandos o Los relojes derretidos.

Dalí reflexionó en su día sobre esa creación. “Lo mismo que me sorprende que un oficinista de banco nunca se haya comido un cheque, asimismo me asombra que nunca antes de mí, a ningún otro pintor se le ocurriese pintar un reloj blando”.

Vuelta a España


Quinta etapa

1. UAE 25:26

2. Visma a 8’’

3. Lidl a 9’’

4. Red Bull a 12’’

5. Ineos a 16’’

6. Movistar a 17’’

7. Decathlon m.t.

8. Q. 36.5 a 22’’

9. Groupama a 24’’

10. Lotto a 27’’


General

1. Jonas Vingegaard (Visma) 16h11:24

2. Juan Ayuso (UAE) a 8’’

3. Joao Almeida (UAE) m.t.

4. Marc Soler (UAE) m.t.

5. Giulio Ciccone (Lidl) a 9’’

6. David Gaudu (Groupama) a 16’’

7. Matteo Jorgenson (Visma) m.t.

21. Mikel Landa (Soudal) a 56’’

34. Markel Beloki (Education First) a 1:34

178. Xabier Mikel Azparren (Q 36.5) a 34:50

También dijo que resolvió la ecuación del espacio y el tiempo. “El tiempo no se puede concebir sino el espacio”, estableció el creador. El tiempo es objeto de debate aunque los relojes sean precisos, exactos, atómicos. Salvador Dalí, el maestro del surrealismo, interpretó los relojes, los recuerdos que se marcan con las manecillas. Los pintó blandos, derretidos y relativos, porque en realidad a cada uno el paso del tiempo le afecta de una manera distinta.

Son los relojes testigos moldeables de la persistencia de la memoria. Representan la memoria que en algún momento de la vida se acaba. El tiempo es interpretable y su recuerdo, aún más.

Sincronización

En esas estaba la Vuelta, tasando a los equipos, observando su capacidad para moverse en la coreografía de Ballet del Bolshoi que exige la especialidad, la que sincroniza el trabajo en común como en una cadena de montaje.

La clave de la disciplina, no está en el empuje de la Prima donna, ni en los relevos de los más capaces. La mirada debe posarse sobre el eslabón más débil de la cadena de relevos, el que puede generar la diferencia.

En lo capaz que sea de dar relevos sin quebrar la cadencia para mantener la velocidad de la formación, que necesita un extra de concentración para no fallar en los relevos. El menos dotado es el que fija, en gran medida, el nivel del rendimiento del equipo.

El UAE posa en el podio tras ganar la etapa. Efe

En ese ejercicio mosquetero, de uno para todos y todos para uno, es imprescindible conocer cómo puede responder cada uno de los integrantes de la escuadra y medir el tiempo que cada relevista entrega para equilibrar el rendimiento y que sea favorable, sobre todo cuando se acumulan los kilómetros.

Es imprescindible reconocer desde la dirección del equipo quién tiene un buen día y quién no para exprimir más a unos y proteger a los otros para homogeneizar el impacto del equipo.

En ese escenario, el UAE aplicó mejor que nadie el plan y comprimió la carrera en una Vuelta que entra en otra dimensión cuando mira hacia arriba, a las cumbres. Realizado el recuento, Ayuso y Almeida presionan a Vingegaard.