Vitoria - Un equipo de fútbol pequeño que se esté jugando la vida en cada jornada para eludir el descenso puede permitirse con todas las limitaciones, eso sí, ciertas carencias, despistes defensivos o errores por parte del árbitro, pero lo que no se puede permitir bajo ningún concepto es tener todos esos defectos al mismo tiempo. Un pernicioso fenómeno que no suele augurar ningún desenlace positivo y que en las últimas semanas está viviendo en primera persona el Deportivo Alavés, al que por una parte los errores arbitrales y de otra la falta de experiencia para cerrar los partidos cuando los ha tenido de cara, no solo continúan lastrándole a los puestos calientes de la clasificación sino que ha comenzado a instalar en el imaginario colectivo la sensación de que existe poco menos que una persecución arbitral encaminada a perjudicar los intereses del Glorioso, que como se decía, se viene jugando cada jornada mucho más que los tres puntos en litigio.

Como quiera que esta sensación con el colectivo arbitral no es nueva y el sentimiento de indignación no hace sino crecer conforme avanzan las jornadas, fue el pasado domingo cuando parte del alavesismo estalló duramente contra la nefasta actuación del colegiado Iglesias Villanueva, curiosamente el mismo que hace semanas ya escamoteó un gol de libro al Barça en un error increíble. Quizá con esa pifia aún en la retina decidió el trencilla firmar las paces con el barcelonismo y decantar el partido contra el Alavés con varias jugadas de dudosa legalidad. Así al menos interpretó su actuación Víctor Laguardia, sin duda el más contundente de todo el vestuario a la hora de criticar la labor arbitral. “Está claro que los árbitros tienen más presión contra un grande... no dio (Iglesias Villanueva) el gol de Mestalla y el señor estaría una semana sin salir de casa, hoy (por ayer) ha pitado en contra del Alavés y mañana no se hablará de esto”, criticó en un primer momento el central maño, que insistía: “Nos ha afectado claramente... la famosa jugada de Mestalla le ha afectado... sabe que era mejor pitar a favor del Barça. Sabíamos que era el árbitro de esa famosa jugada (la del gol de Neto que no pitó)”. Compañeros como Guidetti e Ibai se sumaron a las críticas de su compañero, solicitando incluso la llegada de la tecnología al fútbol español para evitar polémicas como la del pasado domingo. “Es una mano (la de Umtiti) clarísima, más que la mía ante el Leganés. Creo que en España el árbitro necesita la ayuda del vídeo”, lamentó el delantero sueco. “Hay que intentar entre todos, VAR incluido, hacer las cosas más fáciles a los árbitros”, añadió Ibai, al que poco después se sumaría el propio presidente del club, Alfonso Fernández de Trocóniz, que presenció en directo el partido y que no pudo evitar poner el grito en el cielo al comprobar la injusticia con la que había sido tratado su equipo. “La mano de Umtiti la ha visto todo el mundo y la patada de Luis Suárez debería haber sido sancionada. El resultado no ha sido positivo por causas ajenas al Alavés”, censuró el mandatario albiazul, que ayer, según publicaba Marca, hizo llegar de forma privada al Comité de Árbitros el malestar del club por las últimas actuaciones de los colegiados con el Deportivo Alavés.

¿falta de oficio o pichonada? Una queja tibia para algunos pero suficiente para otros; una crítica demasiado poco contundente en comparación con el agravio sufrido pero denunciable en cualquiera de los casos, ya sea en público o en privado. Como también resultaría necesario que más allá de los puntos perdidos por decisiones ajenas al propio equipo sean capaces jugadores y técnico de hacer autocrítica a la hora de explicar cómo en los últimos cuatro partidos entre Liga y Copa, el Alavés se ha dejado escapar la victoria o el pase de ronda copera cuando había conseguido ponerse por delante en el marcador. Explicar cómo es posible esa falta de oficio, o pichonada, si se quiere, que a su vez se está traduciendo en una peligrosa pérdida de puntos de la que ojalá el Glorioso no tenga que acordarse al final de temporada. Le ocurrió ante el Leganés en Medizorroza, donde la escuadra albiazul ganaba por 2-0 y se dejó empatar a falta de quince minutos. Le volvió a suceder en Mestalla en el partido de ida de los cuartos de final de la Copa -se adelantó en el minuto 66 con un gol de Sobrino y se dejó empatar solo cinco minutos después tras un error de bulto de Sivera- y repitió en Vitoria una semana después, donde de nuevo hizo lo más difícil, que era mantener su portería a cero y marcar ante el conjunto de Marcelino por mediación de Munir en el minuto 73. Ese 1-0 era suficiente para colarse en semis pero en una acción aislada en saque de banda, y de manera inconcebible, el Valencia empataba el partido solo cinco minutos después, abocando al equipo a anotar un segundo gol para, como poco, forzar la prórroga, como así fue antes de la fatídica tanda de penaltis. El capítulo de regalos se repitió el pasado domingo, esta vez en casa del líder, al que tuvo a raya durante 71 minutos. Un ejercicio que rozó la perfección defensiva y ofensiva que solamente se doblegó ante la calidad de algunos de sus jugadores y la controvertida actuación del colegiado Iglesias Villanueva, que privó al equipo de repetir la hazaña del curso pasado. Tiene Abelardo por delante una semana para lamerse las heridas, recuperar la confianza y, sobre todo, mentalizar a sus jugadores de que el otro fútbol, ese que interpreta con oficio Manu García, también gana partidos. Curiosamente en los últimos encuentros el capitán no ha estado presente por lesión. Su concurso este sábado en Mendizorroza ante el Celta, se antoja clave en este sentido.

Ante el Athletic (J 18ª)

Árbitro: González Fuertes

Resultado: 2-0

Dudoso penalti en contra de Duarte a Raúl García en el minuto 62 que supuso el 2-0 final. Ante el Leganés (J 20ª)

Árbitro: Trujillo Suárez

Resultado: 2-2

No vio un manotazo flagrante de Pires a Dani Torres sin balón (debió ser expulsado) y sí unas supuestas manos de Guidetti en el área del Alavés que provocaron el 2-1 (obra de Pires) y metieron al Lega en el partido.

Ante el Valencia (ida de los cuartos de la Copa del Rey)

Árbitro: Álvarez Izquierdo

Resultado: 2-1

Penalti no pitado a favor del Alavés tras unas manos claras de Garay en su área y tampoco vio un empujón evidente de Rubén Vezo a Munir en el área.

Ante el Valencia (vuelta de los cuartos de la Copa del Rey). Árbitro: Álvarez Izquierdo

Resultado: 2-1

No vio falta clara en el 77’ de Zaza a Laguardia, lo que ocasionó una contra que terminó en el fatídico empate a uno que complicaba el pase de rinda para el Alavés.

Ante el Barça (J. 21ª)

Árbitro: Iglesias Villanueva.

Resultado: 2-1

Dudosa mano de Piqué en el empate a uno, fuera de juego de Alcácer, que en la misma jugada es objeto de falta al borde del área y que Messi transformó en el 2-1. Expulsión de libro de Luis Suárez por agresión a Rubén Duarte a la salida de un córner y manos claras, no pitadas, de Umtiti en su área, lo que hubiera dado al Alavés la opción de empatar el partido.