Vitoria - Con la X del nuevo inquilino para el banquillo ya despejada tras el arrivo de Gianni De Biasi, el escenario albiazul cede el turno ahora, además de la presión, a los jugadores. Y lo hace en un momento crucial de la temporada donde deben dar un paso al frente para reivindicarse como tales y sacar al equipo del puesto más ingrato de la clasificación. En un contexto de máxima expectación donde todos los jugadores, en palabras del propio italiano, “parten de cero conmigo”, está por ver ahora la reacción de nombres como Katai o Christian Santos, inéditos hasta la fecha para Zubeldía y Javi Cabello, o si otros como Maripán, Duarte, Wakaso, Pina o Sobrino disfrutan de una regularidad que hasta la fecha les ha sido esquiva. Una muestra de irregularidad soberana donde solos dos jugadores -Fernando Pacheco y Rodrigo Ely- han disputado los 540 minutos de competición, lo que da una idea de la falta de un bloque definido a estas alturas de la temporada. En esta línea y dao el buen rendimiento que el equipo mostró en los últimos dos compromisos ligueros ante el Deportivo y el Real Madrid, es probable que a partir de ahora comience el alavesismo a reconocer un once tipo donde se presumen pocas sorpresas por más que De Biasi haya abierto la palma de su mano a todos los jugadores. Entre otras cosas porque, como suele decirse, lo que funciona es mejor no tocarlo, especialmente en tiempos de angustia como éstos.

En este escenario, el preparador transalpino parece estar dispuesto a robar tiempo al tiempo. Y si ya el mismo día de su presentación se vistió de corto por la tarde para conocer a sus “chavales” y pulsar el ambiente del vestuario, ayer martes realizó una doble sesión a puerta cerrada donde el capítulo físico -una parcela muy del estilo del italiano- tuvo una notable importancia por la mañana, dejando para la tarde las primeras disposiciones tácticas sobre el terreno de juego, siempre acompañadas, eso sí, de balón. “Siempre listos, siempre preparados”, se afanaba en repetir el exseleccionador de Albania, cuya idea futbolística pasa en estos momentos más por recuperar la motivación de los jugadores y ofrecer una fiabilidad defensiva hasta ahora poco menos que inédita, que por tratar de dibujar filigranas tácticas imposibles para un equipo que se encuentra en la UVI y cuyo futuro pasa por los dos siguientes partidos ante el Levante y la Real Sociedad. Todo lo que no sea obtener un resultado positivo en ambos partidos significará irremediablemente que el Alavés estará a mediados de octubre condenado al descenso de categoría.

“a muerte con de biasi” Un palo mayúsculo para un equipo que la pasada temporada maravilló a toda Europa y para su infatigable afición, que recibirá un injusto disgusto como consecuencia de una pésima planificiación en verano. Sea como fuere, y en este contexto de compromiso por parte del vestuario, fue Ibai Gómez ayer el encargado de filtrar a la prensa las primeras sensaciones del equipo tras la llegada de De Biasi. “Lo primero que nos ha transmitido es que la primera parte ante el Deportivo y el partido ante el Real Madrid tienen que ser la base del equipo y a partir de ahí mejorar porque con eso no llega”, explicó el centrocampista que, a pesar de la situación clasificatoria, indicó que el grupo está “con una mentalidad muy positiva” y con “muchas ganas” de afrontar el partido del sábado ante el Levante. A continuación, Ibai desveló que la organización del equipo es uno de los temas en los que se ha fijado el preparador transalpino y está convencido de que lo va trabajar “mucho”. “Tenemos que ir a muerte con él y eso lo tenemos claro”, afirmó. Ibai está de acuerdo en que no pueden perder “la base de juego y organización” y opinó que contra el Madrid dieron la cara y pudieron “sacar algún punto”. En cambio, puntualizó que si fuese la primera jornada, lo podrían coger como “algo positivo”, pero están en una situación en la que necesitan puntos y no les vale sólo con una buena imagen. “Tenemos claro que hemos dado un paso al frente y nos va a dar confianza para afrontar el partido del Levante”, sostuvo. Sobre su situación personal, el vizcaíno comentó que está trabajando “bien” y tiene claro que “el equipo necesita trabajo”. “Mi mentalidad es intentar unir al equipo y estar todos juntos porque a partir de ahí mejorarán las cosas”, concluyó antes de valorar el duelo del próximo sábado al Levante, un partido “vital” a juicio del centrocampista babazorro, porque llevan “muchas jornadas sin puntuar”. “El Levante será de nuestra liga y está haciendo las cosas muy bien a pesar de la derrota ante el Betis”, finalizó.