Vitoria - No se puede decir que el Deportivo Alavés no tuviese hecho ya trabajo de antemano cuando decidió ayer prescindir de los servicios de Luis Zubeldía como entrenador, ya que durante los últimos días el club ha estado sondeando opciones para tomar el relevo de Santa Rosa ante la opción, ayer rubricada, de que se optase por la destitución como solución en el caso de no cambiar la dinámica del equipo. Los malos resultados del arranque de la temporada y, sobre todo, la pésima imagen ofrecida la jornada pasada en el partido en Vigo hacían prever que la actual semana, con tres partidos encadenados, iba a resultar decisiva para la definir la continuidad del técnico argentino. En principio, el margen iba a extenderse hasta el partido del próximo sábado contra el Real Madrid, pero la derrota y la mala imagen ofrecida contra el Villarreal desencadenaron la decisión de fulminar al técnico.

Con Zubeldía saldrán también del club sus hombres de confianza -su ayudante Maximiliano Cuberas y el preparador físico Lucas Vivas-, por lo que al frente del equipo se queda de momento Javi Cabello. Una solución transitoria hasta la llegada del nuevo entrenador, por el que en esta ocasión se hará un esfuerzo mucho más importante ante la dificultosa situación del equipo.

Uno de los nombres que ha sondeado el Alavés en el mercado es el de Javi Gracia, pero el técnico navarro que a principios del pasado mes de junio fue destituido en el Rubin Kazan tiene otras preferencias dentro de la competición española y podría acabar regresando al Málaga si finalmente sale Míchel.

Desde el Paseo de Cervantes se han vuelto a poner las miras en un Aitor Karanka al que ya sondeó antes de la contratación de Zubeldía, pero con el que entonces no fue capaz de alcanzar un acuerdo y que ahora vuelve a encabezar los deseos de los rectores albiazules, que, como entonces, consideran que es un entrenador de garantías y al que hubiesen preferido por delante de la opción final de Zubeldía.

El técnico vitoriano, que este verano no ha encontrado acomodo en ningún equipo, podría ver ahora con buenos ojos la propuesta del Alavés, que le permitiría volver a la rueda de los banquillos -en Inglaterra no es tan sencillo que un club prescinda de su entrenador- aún a pesar del riesgo que existiría para su carrera en caso de descenso.