Vitoria - El Deportivo Alavés cerró el viernes la confección de una plantilla que, como poco, cabe calificar como sorprendente, desequilibrada y, por ello, peculiar. Cuando la tendencia natural de todos los equipos es buscar doblar las posiciones con una pareja de futbolistas para cada demarcación, el club vitoriano ha ido -o se ha visto obligado a ir, que en los dineros radica lo mollar- por una vía alternativa que deja un escenario de puestos sobrecargados de elementos -entre centrocampistas y mediapuntas, en todas sus variantes, hay hasta catorce nombres diferentes-, mientras que en otros solo hay un futbolista específico disponible. Llamativo resulta que durante las últimas semanas se haya buscado con insistencia tanto un lateral derecho como un delantero puro, dos piezas que finalmente no han acabado llegando. En el caso del punta, se ha optado por un perfil diferente dejando el plantel con un solo nueve puro; pero en el del carrilero ni siquiera se ha cubierto la posición y solo hay un lateral específico, que se viene a unir a la disponibilidad actual de solo tres centrales. Un listado de elementos que ahora tendrá que manejar Luis Zubeldía para hacer un equipo de esta plantilla que, sobre el papel, cuenta con mucha calidad arriba, pero que tiene que rendir bien defensivamente y presenta la eterna duda del gol.
Finalmente, la nueva plantilla quedó cerrada con veinticuatro fichas profesionales, aunque la realidad indica que es una menos porque Víctor Laguardia no podrá jugar hasta el año que viene. Como recursos, futbolistas con licencia del filial como Adrián Diéguez o Ermedin Demirovic pueden echar una mano cuando sea preciso, lo mismo que los canteranos. El vestuario se ha renovado de manera importante un verano más, ya que son hasta doce las caras nuevas respecto a la pasada campaña, seis de ellas en forma de cesión. Eso sí, estrictamente el director deportivo, Sergio Fernández, ha cerrado este verano catorce incorporaciones -quince si se tiene en cuenta que Nando se ha ido cedido al Lorca y más aún todavía si en el listado entran también los futbolistas que están a préstamo en el Rudes croata-, ya que tanto Rodrigo Ely como Rubén Sobrino jugaron en Vitoria la pasada campaña como cedidos y en esta ocasión ya pertenecen al club albiazul.
Junto al central brasileño (Milan) y el punta de Daimiel (procedente del Manchester City), en propiedad han llegado a Mendizorroza Antonio Sivera (Valencia), Rubén Duarte (Espanyol), Guillermo Maripán (Universidad Católica), Burgui (Real Madrid), Enzo Zidane (Real Madrid) y Wakaso Mubarak (Panathinaikos). Las cifras oficiales de todas estas incorporaciones no son públicas, pero, según la web especializada Transfermarkt, el club habría desembolsado en torno a doce millones de euros en traspasos.
Tantos y tan pocos Aunque en un principio se había apostado por generar un mayor patrimonio deportivo con un más futbolistas en propiedad, la circunstancias del mercado han conducido a repetir una importante apuesta por las cesiones, con seis jugadores a préstamo: Héctor Hernández (Real Sociedad), Tomás Pina (Brujas), Álvaro Medrán (Valencia), Alfonso Pedraza (Villarreal), Bojan Krkic (Stoke City, el único con opción de compra, cifrada en alrededor de cinco millones de euros) y Munir El Haddadi (Barcelona). A ellos hay que unir la situación de Óscar Romero, cedido hasta fin de año.
El paraguayo y los ya citados Ely y Sobrino componen parte del bloque continuista de doce hombres en el que se encuentran Fernando Pacheco, Carlos Vigaray, Alexis Ruano, Víctor Laguardia, Manu García, Dani Torres, Ibai Gómez, Aleksandar Katai, y Christian Santos.
Con estos mimbres, a Zubeldía le toca componer un cesto lo suficientemente competitivo como para que el Alavés pueda asegurar la permanencia en Primera División durante una temporada más. Y, en este sentido, el equipo echa a rodar con dos jornadas ya de retraso en las que no ha conseguido sumar ni un solo punto y se ha situado en el vagón de cola de la clasificación.
El trabajo del preparador argentino no se prevé sencillo, ya que piezas llamadas a ser fundamentales comenzarán a ejercitarse con sus nuevos compañeros a partir de mañana. Ya en plena competición, hay que proceder a poner en marcha la maquinaria desde cotas muy bajas e ir adaptando las piezas a las necesidades del grupo.
Para los entrenadores componer un equipo es un rompecabezas, pero en el caso del técnico alavesista va a resultar aún más complicado todavía en algunas demarcaciones. Aunque, antes que nada, tendrá que decidir cuál va a ser su sistema de cabecera. Su idea inicial partía del 4-4-2, pero también le gusta el 4-2-3-1 y ante el Barcelona recurrió al 4-3-3. En la zona ancha, que viene siendo la clave en la confección del puzle, tiene tantas alternativas para conjuntar como se le pasen por la cabeza. No en vano, los recursos entre centrocampistas y mediapuntas de todos los perfiles son prácticamente ilimitados.
Ese sinfín de piezas intercambiables que, además, mayoritariamente ofrecer la versatilidad de poder ocupar varias demarcaciones diferentes deja como contrapunto la escasez de piezas en otras posiciones. Vigaray es el único lateral derecho específico; Santos es el único nueve puro; Alexis, Maripán y Ely componen una tripleta de centrales que suena escasa... Y, para rematar la faena, en lo poco que va de campaña ya se ha evidenciado que algunos futbolistas no casan con las ideas que tiene el técnico, como bien claro ha quedado con la apuesta de Pedraza como lateral izquierdo cuando disponía de Duarte y Héctor para esa posición.