Vitoria - La utilización de un simple término como “desprecio” en vez de otro como “agresión” va a librar a Alexis Ruano de una gravísima sanción después de toda la secuencia que el central alavesista protagonizó en el último amistoso de la pretemporada ante el Athletic en Barakaldo y que terminó con el malagueño expulsado y agarrando el cuello del colegiado Palencia Caballero. Precisamente, la redacción del acta por parte del árbitro es la que impide que el Juez Único de la Federación Española de Fútbol pueda castigar esa acción que, en otro caso, hubiese supuesto para el futbolista un castigo de entre tres y seis meses sin jugar. Según desvelaba Ramón Fuentes en el sitio especializado en legislación deportiva IuSport, al no referirse Palencia Caballero al citado altercado como “agresión” y al tratarse de un encuentro amistoso no hay otro castigo que se le pueda aplicar, cuestión que sí sucedería si esa misma acción se hubiese producido en un partido oficial. De esta manera, Alexis se escabulle de una sanción que hubiese sido durísima y, de paso, el Deportivo Alavés se quita de encima un quebradero de cabeza muy importante porque podría haber perdido al jugador durante muchísimo tiempo y haberse visto incluso obligado a salir al marcado en busca de un nuevo central al contar con muy pocos recursos en esa demarcación -en estos momentos, solo Rodrigo Ely y Guillermo Maripán, con la ayuda de Adrián Diéguez que no tiene ficha del primer equipo- en el caso de faltar el malagueño.
Como norma habitual, las sanciones que se producen en los partidos amistosos no tienen consecuencias posteriormente de cara a la competición oficial, pero el incidente protagonizado por Alexis -con insultos y, sobre todo, el agarrón del cuello del trencilla como imagen más impactante- en Barakaldo se salía por completo de la tónica habitual y, por ello, podía entrar dentro del capítulo de las agresiones a los árbitros que sí pueden ser penadas por los órganos de competición independientemente de que se trate de partidos oficiales o amistosos.
Palencia Caballero recogió en el acta arbitral los siguiente: “Alexis fue expulsado por dirigirse a mí, mostrando actitud agresiva y en reiteradas ocasiones, en los siguientes términos: ¡Eres un puto sinvergüenza hijo de puta! Una vez expulsado se encaró a escasos centímetros de mí, gritándome en tono amenazante. Justo después me agarró fuertemente de la cara en actitud de desprecio”.
Precisamente, en ese último término radica la clave de todo el asunto. El colegiado cataloga la actitud de Alexis como “desprecio” y, en este tipo de casos, el Juez Único de la Federación solo puede entrar a castigar la acción si el árbitro se refiere a la misma como una agresión.
La utilización de una simple palabra en vez de otra ha librado, salvo sorpresa inesperada a partir de ahora, al central malagueño de una sanción durísima que hubiese supuesto un importante varapalo tanto para el jugador como, principalmente, para un club en el que respiran ya con cierta tranquilidad al saber que la pérdida de papeles que sufrió el defensa andaluz no tendrá consecuencias oficiales.