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0-1, minuto 64: Krsticic. Rechace de un saque de esquina que recupera feddal en el segundo palo y el marroquí lo devuelve al área para la aparición de Krsticic para cabecear picado.

1-1, minuto 89: Timor. Impresionante disparo en parábola de Timor a la escuadra de Pacheco.

Amonestó a Raúl García (minuto 45).

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El Deportivo Alavés ha alcanzando tal grado de competitividad esta temporada que los jugadores que tan holgadamente han asegurado la permanencia y que el próximo sábado pelearán por el primer título en la historia del club seguramente abandonaron ayer el césped de Butarque con un sabor de boca amargo por haber dejado pasar la ocasión de asaltar el octavo puesto en la clasificación con una victoria que de sobra merecieron pero que se acabó escapando por los fallos propios de cara a la portería rival y un golazo postrero de Timor. Con todo el trabajo realizado ayer, con los albiazules borrando del campo al Leganés y acumulando un sinfín de ocasiones, la victoria era una cuestión de justicia. Pero, ya se sabe, el fútbol no es equitativo y no premia siempre a quien lo merece. Y eso tiene que servir de aprendizaje de cara a la final, donde no se pueden fallar tantas y tan claras oportunidades.

De nuevo mezcló Pellegrino su baraja de recursos para conformar un equipo apartes casi iguales con titulares habituales acompañados de suplentes teóricos, con solo tres jugadores -Pacheco, Vigaray y Feddal- repitiendo en el once con respecto al equipo que ganó al Celta. La idea clara de que todos se mantengan en ritmo competitivo, pero sin que casi ninguno tenga que acumular grandes esfuerzos.

La tendencia de los últimos encuentros fue mantenida en el arranque en el festivo Butarque, donde el Alavés evidenció desde el principio que no iba a facilitar la celebración pepinera. Con mordiente con el balón y buscando la ofensiva, la primera ocasión la tuvo Santos con un cabezazo que se le fue por poco, después Ibai Gómez voleó fuera con todo a su favor y también Sobrino lo intentó desde la frontal.

Era el conjunto vitoriano el que ponía toda la carne en el asador en busca del gol, pero fallaba la puntería. Se acumulaban las ocasiones claras, pero faltaba el acierto frente a un Champagne que ni siquiera tenía que intervenir para frenar esa ofensiva constante. En el otro lado, apenas nada reseñable hasta un cabezazo desviado de Guerrero tras un saque de esquina. Con un Santos tremendamente activo y buscando constantemente la portería madrileña, el cuadro alavesista aceleró de nuevo en los minutos finales, pero el venezolano se topó primero con Champagne y posteriormente, cuando consiguió marcar, fue penalizado con un fuera de juego que no era, por lo que su tanto estuvo mal anulado. Así, las tablas seguían presidiendo el encuentro al descanso pese a la insistencia del conjunto vitoriano.

Tras una primera parte dedicado prácticamente a la contemplación, Pacheco hubo de tirar de reflejos en el arranque del segundo acto para despejar un disparo de falta de Guerrero. Fue un espejismo este peligroso arranque del Leganés, ya que a partir de ese aviso sobre la portería albiazul de nuevo el dominio fue claramente visitante. Eso sí, pasaban los minutos y el acierto seguía sin aparecer, con mención especial a un Camarasa que falló una de esas oportunidades en lo que lo difícil era echarla fuera.

La insistencia del Glorioso acabaría teniendo premio, pero tuvieron que aparecer en el área dos jugadores que no tienen costumbre en esas facetas resolutivas. Tras un saque de esquina, Feddal recogió el rechace en el segundo palo para poner un centro medido en la cabeza de un Krsticic que rompió entra la defensa para adelantar a su equipo y hacer justicia a lo que se había visto sobre el terreno de juego.

Dio el Leganés sus coletazos de reacción, pero apareció Pacheco ante Bueno en una más de sus intervenciones divinas. Y tuvo el Alavés la sentencia en varias llegadas a la contra que no supo resolver. Cuando ya parecía muerto el encuentro y asegurada una victoria que prácticamente daba para alcanzar la octava plaza, Timor se sacó de la chistera un golazo sensacional desde la frontal para situar en el marcador un empate que para nada reflejaba el desarrollo de un encuentro en el que El Glorioso se mereció todo.

El delantero venezolano cuajó su mejor actuación de la temporada, siendo tremendamente participativo y apareciendo con peligro en el área. Marcó un gol que fue mal anulado.

Solo faltó ganar. El Alavés cuajó una nueva actuación soberbia en la visita al Leganés, al que dominó de principio a fin, pero, como en tantas otras tardes, le falló la puntería de cara a la portería rival para firmar una victoria que era más que merecida. El cuadro vitoriano lo puso todo, menos el acierto en los metros finales y su buen trabajo no se vio recompensado con el octavo puesto en la tabla.

El valenciano no ha llegado al final del curso en las mejores condiciones y ayer volvió a estar demasiado errático en los metros finales, con varias malas decisiones en la definición.