Vitoria - Con seis partidos de la segunda vuelta ya disputados, el Deportivo Alavés se está mostrando como un equipo diferente al que se vio en esta misma fase en el arranque de la competición. De momento, en esa serie solo ha calcado un resultado, el empate contra el Atlético de Madrid. Las victorias de entonces ante Barcelona y Granada se han transformado ahora en derrotas, mientras que los empates ante Sporting y Deportivo han pasado a ser victorias y el tropiezo en Valencia se convirtió en triunfo. El balance es de un punto más sumado en estos momentos por el equipo de Mauricio Pellegrino, que en la primera vuelta se fue a los nueve puntos y en la segunda atesora diez. Un balance mejor a pesar de haber sumado una derrota más y, sobre todo, pese a haberse mostrado como un equipo con una portería mucho más permeable que entonces. Curiosamente, ese mal que le afecta defensivamente no lo está pagando, sino que ha mejorado sus registros.
El Glorioso sustentó su sensacional arranque de temporada sobre unos cimientos defensivos que asentaron su base de trabajo de cara al futuro. Desde las primeras jornadas, el Alavés evidenció que iba a convertirse en un equipo tremendamente difícil de superar. El Atlético de Madrid le marcó un solo gol en el tiempo de descuento, el Barcelona solo le hizo un tanto en el Camp Nou y el Granada consiguió una diana con el partido ya resuelto. Por su parte, Sporting y Deportivo se quedaron con el casillero propio a cero, siendo el Valencia el único que escapó a esa tendencia al endosarles dos goles a los albiazules.
Cinco tantos encajó Fernando Pacheco en las seis primeras jornadas. Y solo uno de ellos, el del Granada, en acción de juego del rival, ya que dos fueron de penalti (Atlético y el segundo del Valencia), otro en saque de esquina (Barcelona) y uno más en propia puerta, el que abrió el casillero local en Mestalla. El extremeño presentaba entonces una media de 0,83 goles recibidos, todo un aviso a navegantes de lo que vendría en el futuro, ya que solo Atlético (2) y Villarreal (4) mejoraban el registro vitoriano.
Esa condición de Pacheco de portero difícilmente franqueable -hasta el final de la primera vuelta era el quinto menos goleado de Primera División, con una media de 1,05 por encuentro- se ha venido abajo en el arranque de la segunda vuelta. Y no por la labor del guardameta, que sigue coleccionando actuaciones para el recuerdo con actuaciones decisivas. El rendimiento defensivo ha empeorado y los registros en contra han crecido de manera bastante considerable.
Cierto es que los seis goles que marcó en Barcelona en Mendizorroza suponen un auténtico terremoto en las cifras, pero sin esa enorme sangría los números también han empeorado. En los seis partidos que van de segunda vuelta, y a pesar de haber dejado la portería imbatida ante Atlético y Deportivo, Pacheco ya ha recibido once tantos, más del doble que en esta misma serie de la primera vuelta y que eleva la media hasta los 1,83 encajados. El Alavés es actualmente el séptimo en goles encajados en el global, pero en lo referido a la segunda vuelta se sitúa en el vagón de cola.
Los once tantos que ha encajado el cuadro albiazul en estos seis partidos son una cifra que solo empeoran Sporting y Osasuna, con diecisiete dianas en contra en este período. Dos equipos hundidos en la zona baja de la clasificación desde hace meses y que en este segundo giro tampoco han mejorado excesivamente sus registros.
Lo verdaderamente llamativo es que esa importante crecida del registro de los tantos en contra no ha resultado negativa en el rendimiento del equipo, que incluso ha sumado un punto más que en la primera vuelta a pesar de haber encajado prácticamente el doble de goles. Eso se explica, en parte, por el hecho de haber recibido seis dianas en un solo partido, mientras que otras dos llegaron en la victoria contra el Sporting.