Vitoria - Lo que hace medio año fue una llamada de unos amigos empresarios de Burgos para pedirle consejo y ayuda para presentarse a las elecciones del equipo de fútbol de la capital castellana ha pasado a ser una vuelta en toda regla a la primera línea de la gestión futbolística. Porque así es como debe calificarse todo lo que está rodeando en las últimas semanas a la figura de Gonzalo Antón y el club burgalés, que desde el pasado sábado tiene a José Luis García como nuevo presidente y al empresario de Miranda de Ebro como uno de sus directivos de confianza. Doce años después de vender el 51% de las acciones del Deportivo Alavés al ucraniano Dmitry Piterman, Antón vuelve a la arena futbolística para poner en marcha un proyecto desde Segunda B.
Precisamente así fueron también sus comienzos en la entidad albiazul en el verano de 1989, con el difunto Juan Arregui como presidente. Su voto el pasado sábado en Burgos fue uno de los 813 que recibió García en el proceso electoral para lograr la victoria. Semanas atrás, no obstante, el hostelero mirandés ya había comenzado a trabajar para la nueva plancha realizado diferentes gestiones de calado con la idea asentar las bases del nuevo proyecto burgalés. Sin ir más lejos, ha elegido a un viejo colega de su época en el Glorioso para llevar la dirección general como Miguel Ángel Pascual, junto al que tocó el cielo en aquella inolvidable temporada 2000/2001. A raíz de aquel éxito, sin embargo, los caminos de ambos se separaron. Mientras que Antón continuó un tiempo más al frente del Alavés, el ejecutivo alavés regresó al Grupo Prisa e inició varios proyectos vinculados a la radio en Madrid, Chile o Mallorca. Hasta que el pasado año nuevamente sus caminos se cruzaron cuando Antón facilitó la llegada de Pascual al Mirandés con cargo de responsabilidad en la gestión del club mirandilla, una etapa que sin embargo apenas duró tres meses. Con amplios contactos a nivel empresarial e institucional, Pascual tendrá a partir de ahora el cometido de buscar sobre todo ingresos a nivel publicitario y comercial para la entidad burgalesa.
La designación del ejecutivo no es la única decisión que ha protagonizado Antón durante las últimas jornadas. Según ha podido saber este diario, también en cuestión deportiva se está encargando de firmar un director deportivo -una figura ahora inexistente en el club castellano- para enderezar la delicada situación que vive el equipo entrenado por Manix Mandiola. En ese sentido, el nuevo directivo del Burgos C.F. se ha reunido en fechas recientes con representantes y gente del fútbol con la que guarda una buena relación de su anterior época como presidente para recabar la información necesaria y dar con el profesional adecuado. E incluso ha participado en varios encuentros con el Ayuntamiento de la capital burgalesa para conseguir la cesión de unos terrenos en una localidad próxima donde construir la nueva ciudad deportiva. A partir de ahí, y en el medio plazo, los nuevos dirigentes tienen pensado llevar a cabo la remodelación del vetusto campo de El Plantío y la conversión del club en sociedad anónima deportiva, un aspecto que incluso podría quedar zanjado a corto plazo con independencia de que el equipo esté en una categoría superior. Antón considera que la ciudad y la propia institución ofrecen todas las posibilidades de crecimiento posibles y es por ello que decidió el pasado verano dar el paso firme de formar parte de dicha candidatura. A nivel personal, la distancia entre Vitoria y Burgos no es un problema, como tampoco la posibilidad de compaginar esta nueva responsabilidad con sus negocios hosteleros y del vino.
un fútbol más empresarial Pese a estar alejado estos doce años de la primera línea del fútbol, el de Miranda no ha sido ajeno a los notables cambios que ha sufrido el fútbol en materia económica con la llegada de las televisiones y los derechos televisivos, algo que ha podido comprobar de primera mano en el Mirandés, del que es socio, accionista e incluso en momentos puntuales asesor de las diferentes directivas que han estado estos años al mando del cuadro rojillo. De este modo, es habitual verle en los encuentros de Anduva, además de mantener una relación de patrocinio con la entidad que preside Alfredo De Miguel con dos de sus empresas. Ahora en el Burgos CF pretende aplicar el modelo de gestión deportiva que tan buenos resultados le dio en el Deportivo Alavés y poner a dicho conjunto al menos una categoría más arriba de donde está actualmente.