Vitoria - Arranca para el Deportivo Alavés la temporada de su regreso a Primera División después de diez campañas vagando por los más embarrados campos del fútbol estatal y lo hace el club vitoriano con la intención de asentarse y no convertirse simplemente en un ave de paso por la máxima categoría. Después de ascender, el reto es mantenerse. Y en pos de ese objetivo no hay nada mejor que empezar sumando cuanto antes. A ser posible, de tres en tres. Y, como poco, de uno en uno. La campaña se augura de enorme sufrimiento -el que no piense así a estas alturas peca de optimista, encima sin razón alguna- y cada punto va a suponer un espaldarazo para los intereses de un Glorioso que aspira a volver por la puerta grande a la ahora rebautizada LaLiga Santander consiguiendo un resultado positivo en su visita al Atlético de Madrid de esta noche.
Incertidumbre es la palabra que mejor define la sensación que transmite este nuevo proyecto encabezado por Mauricio Pellegrino en el banquillo y compuesto por una catarata de caras nuevas. Prever qué puede deparar este equipo es imposible en estos momentos por las circunstancias que ha deparado un verano que no ha sido el mejor si lo que se pretendía era llegar al estreno liguero en buenas condiciones. El Alavés ha montado un equipo nuevo prácticamente desde cero y encima lo ha ido haciendo a cuentagotas. Por lo tanto, lo que entrenador y futbolistas necesitan es tiempo para conjuntarse y entenderse. Y justamente es el tiempo el que se agota en el día de hoy, cuando ya se ponen los primeros puntos en juego.
El preparador argentino recurrirá a los futbolistas que más tiempo llevan trabajando a sus órdenes y que se encuentran en una mejor situación física. Jugadores llamados a ser muy importantes no se encuentran en plenitud de condiciones en estos momentos, por lo que seguramente el técnico albiazul echará mano de gran parte del núcleo con el que más tiempo lleva trabajando. Eso sí, no cabe descartar alguna sorpresa. Y es que, por ejemplo, El Flaco se llevó ayer a Madrid a un Cristian Espinoza que apenas lleva tres días junto a sus nuevos compañeros, pero que atesora tanta calidad que no sería tampoco una sorpresa enorme que fuese titular en el Vicente Calderón.
Como oponente, El Glorioso se encontrará con un rival que es su polo opuesto. Si el Alavés es en estos momentos un equipo imprevisible por puro desconocimiento, al Atlético ya lo conoce sobradamente todo el mundo. Intensidad, poderío físico, fortaleza defensiva, presión asfixiante y mucha velocidad en punta, además de dominio de la estrategia. Un contrincante de absoluta fiabilidad, de los más complicados que se podían encontrar en el regreso a Primera. Ante semejante amenaza, el Alavés tendrá que exprimirse al máximo en busca de sus primeros puntos.