Vitoria - Nada más consumarse el ascenso a Primera División, a las mismas puertas del vestuario en el que se celebraba el éxito, Josean Querejeta ya aseguraba públicamente que la temporada no había concluido para el Deportivo Alavés. El equipo tiene deberes pendientes para la última jornada y desde el club se les ha solicitado un último esfuerzo para conseguir el punto que haría de el Glorioso campeón de la Liga Adelante. Un honor que quedaría recogido en los anales de la historia del fútbol y que supondría el cuarto título de Segunda División para el club albiazul, pero, sobre todo un ingreso económico relevante en virtud del reparto del dinero de las televisiones, en el que hay un apartado que premia los méritos deportivos de cada equipo.
El dinero de las televisiones se ha convertido en el gran maná de un fútbol estatal que esta temporada ya ha comenzado a disfrutar de los beneficios de la venta centralizada de los derechos de retransmisión. Así, el club de Primera División que menos dinero se ha embolsado por este concepto en la recién finalizada campaña ha sido el Las Palmas, con un ingreso de 25 millones de euros. Una cifra que se incrementará de manera sustancial de cara al curso venidero, ya que hace unas semanas el presidente de la LFP, Javier Tebas, aseguró que el mínimo para cada entidad rondaría los 40 millones de euros. Y es que el incremento del valor a nivel global es importantísimo, ya que se pasa de unos ingresos de 968 millones de euros en la 2015-16 a los 1.303 -importe neto, descontadas las cantidades que percibirán CSD, RFEF y La Liga- en la 2016-17.
distribución de ingresos Se trata de una cantidad global, pero que se divide entre tres conceptos. El primero y más importante, ya que supone la mitad de todos los ingresos televisivos (aproximadamente 660 millones), es la cantidad lineal que percibe fija cada club de Primera, que es la misma para todos y que el pasado curso se cifró en 24,5 millones de euros. A partir de ahora, dicha cantidad se elevará hasta los 32,5 millones fijos para cada club.
El segundo concepto, el que centra el interés del Alavés en este caso de cara al partido del sábado, tiene que ver con los ingresos por rendimiento deportivo, una cuarta parte del global del nuevo contrato (alrededor de 330 millones). Ahí se tienen en cuenta los resultados de las cinco últimas temporadas y el campeonato de Segunda División sería premiado de manera muy importante, sobre todo en comparación del equipo que ascienda como segundo clasificado y el que lo consiga a través del play off. En las previsiones para el próximo curso realizadas por la LFP -recurriendo a los ascensos del pasado curso y con la presencia entre ellos del Eibar por su descenso deportivo que no se materializó-, los tres nuevos en la categoría ingresarían 2,5 millones, 1,5 y 0,8, respectivamente, en este apartado.
De ahí el esfuerzo que se le ha pedido a la plantilla de cara al partido en Tarragona, en el que un punto sería suficiente -eso o que no gane el Leganés- para certificar el cuarto campeonato de Segunda de la historia alavesista, tras los de las temporadas 1929-30, 1953-54 y 1997-98. Es decir, en todos los ascensos con excepción del vivido en el 2005-06 con Dmitry Piterman.
Quedaría después una tercera pata para materializar el reparto exacto entre los clubes del dinero de las televisiones, aproximadamente otros 330 millones. En este caso, referidos a la implantación social de cada club y que se estima en un mínimo de 6,5 millones. Aquí se valora el número de abonados, el ingreso por los mismos y la venta de entradas, el estado del césped, la imagen de las gradas en televisión y hasta las propias instalaciones de cada club en espacios destinados a la prensa. Una serie de valores que ya se manejan en el club para tratar de asegurar por las dos vías variables, la de resultados y la de implantación social, el mayor ingreso posible en la temporada del regreso a Primera División.
Todo eso tiene que ver con el plano meramente pecuniario, pero también desde el punto de vista histórico el título de campeón de Segunda tiene un valor importante. El club ya sabe lo que es proclamarse como el mejor equipo de la categoría en tres ocasiones -el palmarés de la entidad se completa con cuatro ligas de Segunda B, categoría de la que fue campeón absoluto en la 2012-13, seis ligas de Tercera, una Copa Federación, un Campeonato de Bizkaia, otro de Gipuzkoa y la Copa Brigadas de Navarra- y persigue el cuarto entorchado de la categoría de plata. Mientras, para los técnicos y jugadores supondría redondear una campaña maravillosa en la que el primer puesto sería el más habitual -de momento, trece jornadas, por catorce en el segundo- y completaría un año perfecto.