- La renovación de Raúl García es una aspiración del Deportivo Alavés desde el pasado verano, pero hasta que no concluya la temporada parece difícil que se ponga en marcha operación alguna. El lateral izquierdo gallego se encuentra muy a gusto en Vitoria, donde ha podido explotar por fin todas sus virtudes, pero su buen rendimiento -es joven, actúa en una demarcación en la que no sobran piezas de calidad y ha evidenciado que es capaz de marcar diferencias- no se le pasa por alto a los ojeadores que siguen al equipo vitoriano y cuando llegue el verano se convertirá en una pieza cotizada al concluir contrato y contar con libertad para suscribir un nuevo vínculo.

Las opciones para que el coruñés permanezca en la entidad del Paseo de Cervantes están ligadas, en primer término, a la consecución del ascenso a Primera División. El pasado verano el futbolista ya recibió llamadas de clubes de la máxima categoría y también del panorama continental, pero entonces el Alavés se remitió a la cláusula de rescisión para mantenerle en sus filas, posibilidad que no existirá a partir del próximo 30 de junio. En caso de ascenso, el club vitoriano podría presentarle una propuesta de continuidad como uno de sus pilares de futuro -el 30 de abril cumple 27 años-, mientras que de permanecer el club en Segunda el jugador haría las maletas en busca de un salto en su carrera.

Eso sí, ni siquiera en el supuesto del ascenso podría darse por garantizada la continuidad como albiazul del lateral izquierdo coruñés. Su rendimiento no está pasando desapercibido y el potencial económico de muchos clubes de Primera o incluso del fútbol europeo sería muy superior al de un Alavés que tendría que hacer un esfuerzo muy importante para retener al que ha sido uno de sus mejores jugadores desde su regreso al fútbol profesional.