Expulsó por doble amarilla a Kijera (minuto 88 y la segunda con el partido finalizado). Amonestó a Toquero (minuto 25), Rúper (minuto 56), Femenía (minuto 65), Oyarzun (minuto 68), Laguardia (minuto 79) y Pelegrín (minuto 83).
Miranda de ebro - Que el Deportivo Alavés no se encuentra en su mejor momento de la temporada es una evidencia que a nadie puede negarse, pero este equipo ha sacado a relucir durante el último mes un nivel competitivo que le ha permitido cosechar un bagaje de puntos muy por encima de su rendimiento. Contras Huesca, Oviedo y Llagostera ya había ocurrido, pero el Mirandés elevó esa sensación de inferioridad un escalón más. El cuadro burgalés disfrutó de ocasiones sobradas para llevarse tres puntos y convertirse así en una amenaza real por el ascenso directo, pero se topó con la inconmensurable figura de un Fernando Pacheco que con sus paradas sigue dando puntos a su equipo. El guardameta fue, junto al inmerecido empate, lo mejor de un Glorioso que resiste a la adversidad.
Sorprendió de inicio Bordalás variando ligeramente su alineación inicial preferida para dejar en el banquillo a Dani Pacheco y dar entrada por la banda izquierda a un Iñaki que ni siquiera había ido convocado hasta la fecha. Exigía el partido más músculo y esfuerzo que filigrana y, en ese sentido, el riojano fue el elegido para conformar un flanco siniestro muy poderoso y trabajador junto a Raúl García.
El Mirandés llevó el peso del partido en una salida furibunda, mientras que el cuadro albiazul trataba de aprovechar sus salidas en velocidad por las bandas, con una primera llegada peligrosa de Iñaki. Eso sí, el primer portero en intervenir fue un Pacheco que hubo de lucirse para sacar un remate de Vélez. La incomodidad visitante durante los primeros minutos fue evidente. Una vez recuperado el balón, la posesión duraba escasos segundos y volvióa el cuadro local a la carga con insistencia para no permitir espacio al respiro vitoriano.
Cumplido el primer cuarto de hora de juego, las fuerzas se equilibraron. La zaga alavesista se asentó sobre el campo para cerrar vías de agua y frenó el empuje mirandilla. Comenzó el juego a embrutecerse, con dos contendientes que no dudaban a la hora de ir al límite. Nadie quería ser el primero en retirar la pierna en las acciones de disputa. Incluso Toquero pudo irse expulsado por pasarse de revoluciones en una entrada muy fea que caldeó Anduva.
En los minutos previos al descanso llegó el segundo arreón rojillo, pero de nuevo Pacheco apareció en el momento oportuno para, ya en el descuento, meter una mano que desvió el centro-chut de Eguaras y que permitió al cuadro vitoriano conservar las tablas al descanso a la espera de una reacción ofensiva en la reanudación tras una primera parte en la que el bagaje atacante de los de Bordalás fue prácticamente nulo.
El portero albiazul fue de nuevo protagonista en el arranque del segundo acto, cuando sacó un disparo de Oyarzun tras una contra local que cogió en renuncio a la mayoría de sus compañeros. Y, a los pocos minutos, de nuevo el guardameta extremeño le amargó la noche al delantero cedido por la Real Sociedad al sacarle un mano a mano.
Tras ese agobio de los primeros minutos, volvió a estirarse un poco El Glorioso. Un remate desviado de Iñaki y una falta lateral que Toquero no llegó a empalmar. Avisos de peligro para un Raúl Fernández que hasta ese momento había vivido en la más absoluta tranquilidad. Eso sí, el que volvió a rozar el gol fue el Mirandés, pero Pelegrín evitó que el remate a bocajarro de Ortiz se colase en la portería. No sería la última vez que Anduva se congeló cuando ya cantaba el gol. Y de nuevo fue la aparición casi milagrosa de Pelegrín la que cortó la internada de Eguaras. Pero todavía hubo de hacer una última aparición estelar Pacheco ya en el tiempo de descuento. De nuevo ante Oyarzun, solo ante el peligro. Y de nuevo salvando los muebles para ascender directamente al santoral alavesista. San Fernando. Otra vez salvador para asegurar un nuevo punto en un complicado desplazamiento que, visto el desarrollo del partido y el sufrimiento vivido, fue lo mejor del partido.
Resistir y resistir. El Alavés se llevó anoche un punto de Anduva a pesar de ser muy inferior a un Mirandés que llevó el ritmo durante muchos minutos y disfrutó de infinidad de oportunidades para llevarse la victoria. Pero, pese a ello, su equipo fue capaz de resistir todas las acometidas de los rojillos para sumar un nuevo punto de oro que evita que un rival directo se acerque en la clasificación.
El guardameta lleva una temporada sensacional, unas últimas semanas sublimes y ayer regaló al alavesismo su mejor actuación del año con un puñado de paradas decisivas.
Resistencia inicial. Aguantó el Alavés las primeras acometidas de un Mirandés que salió a tope de revoluciones y a partir del cuarto de hora el juego se trabó por completo. Muchos parones, muy poca continuidad y espacios cerrados que impidieron al conjunto local disfrutar con el balón. Eso sí, el cuadro vitoriano no generó absolutamente nada de peligro.
Fernando Pacheco. El guardameta albiazul fue ayer la pesadilla de un Mirandés que se topó una y otra vez con el portero extremeño. Infranqueable una vez más pese a las acometidas de un rival que tuvo ocasiones sobradas para ganar.
Una noche de enorme sufrimiento para el gallego, ya que el Mirandés percutió mucho por su banda a través de la pareja formada por Eguaras y Sangalli, que le generó problemas.