Vitoria - Cada maestrillo tiene su librillo dice el refrán y en apenas un par de entrenamientos el alavesismo ha podido comprobar que José Bordalás ha desembarcado en la entidad del Paseo de Cervantes para imprimir al equipo su particular impronta. Pausado, cercano, dialogante y tremendamente exigente. Sin necesidad de alzar en exceso la voz, que para eso ya están sus dos ayudantes más cercanos -su segundo, Nacho Fernández, y, sobre todo, el preparador físico, Javier Vidal-, pero siempre atento a cada detalle. Tanto para una corrección cuando entiende que alguien se ha equivocado como para un mensaje de ánimo tras una buena acción.
Las primeras sesiones de trabajo, tres ya con las dos completadas ayer en un día de enorme exigencia, han dejado entrever que el alicantino es uno de esos entrenadores a los que les gusta el diálogo y exponer sus puntos de vista. Prácticamente media hora duró ayer la charla antes del inicio de la sesión matinal y en el transcurso de la misma hubo espacio para nuevos recesos en los que el técnico y sus ayudantes explicaron detalladamente los ejercicios y expusieron su modus operandi. Y al final de la larga sesión, ya en los estiramientos, nuevas palabras hacia los jugadores en las que les indicó que el intenso ejercicio matinal iba a verse incrementado aún más en las jornadas venideras.
Y es que carga de trabajo e intensidad van a ir de la mano en cotas muy elevadas. El preparador levantino ya ha advertido que sus sesiones de trabajo son bastante largas y en los primeros entrenamientos ya se ha podido comprobar que dicho aviso va en serio. Sin ir más lejos, ayer por la mañana el equipo estuvo trabajando en la ciudad deportiva durante casi dos horas y media y eso a pesar de que a la tarde había que regresar a Ibaia para afrontar una nueva entrega. Lo mismo en cuanto intensidad, ya que los preparadores advirtieron que el nivel se seguirá incrementando sobre la base de ayer. Y eso que algunos jugadores ya sudaron lo suyo para cumplir los parámetros exigidos por un Javier Vidal que fue el encargado de marcar el ritmo.
Claro ideario “Entrenamos muy duro, sobrepasamos nuestros límites, con el objetivo de conseguir un grupo que cada semana lo dé todo en el terreno de juego y consiga los mayores éxitos posibles”. Se trata de una de las máximas del nuevo preparador alavesista, recogida en su web (josebordalasjimenez.com), y ha quedado claro desde el primer día que el técnico y su equipo de trabajo van a exprimir a los jugadores en cada sesión en Ibaia.
En dicho espacio personal, inaugura en el año 2012, Bordalás recoge su manera de entender el fútbol y le otorga una gran trascendencia al trabajo diario en los entrenamientos. Y, como viene siendo habitual, el verbo exigir es la que más veces se repite en su ideario.
“La motivación es el principal motor de un equipo y su entrenador”. “Intensidad y concentración en los entrenamientos para aplicarlo el día de partido”. “Exigencia a la plantilla y cuerpo técnico desde el primero al último día”. Los preceptos del preparador alicantino están claros y se los expuso a sus jugadores ya desde la presentación del pasado jueves en el vestuario de Mendizorroza.
“Soy un entrenador riguroso y exigente. Os conozco a casi todos y sé que lo vais a dar absolutamente todo. Vengo a este proyecto con un objetivo claro, dar un pasito más, intentar mejorar los números de temporadas anteriores, ese es el compromiso que tenemos que tener todos. Hay que exigir compromiso, dedicación, buen comportamiento y, sobre todo, vivir el fútbol”, les exhortó en su primera toma de contacto con el grupo.
En su web, Bordalás realiza una especial incidencia en el trabajo en los entrenamientos, donde asegura que en muchas ocasiones trata de llevar a sus futbolistas a sobrepasar sus propios límites para preparar los partidos. También explica cómo planifica su trabajo semanal, con tres días de mucha exigencia en los que trabaja sobre los puntos fuertes del rival, una sesión táctica incidiendo en las características del oponente y una última sesión de preparación del partido.
Pero ya habrá tiempo para llegar a esos extremos, ya que aún queda más de un mes para que el balón eche a rodar. Mientras tanto, van cambiando detalles en el día a día del equipo. Comentado ha sido ya el alargamiento de las sesiones de trabajo, pero una gran novedad será también que los entrenamientos serán abiertos al público casi siempre por petición expresa de Bordalás. Habrá algunas sesiones cerradas para trabajar aspectos tácticos -seguramente una a la semana-, pero la idea es que Ibaia permanezca abierto al alavesismo.
Bordalás y sus ayudantes se mostraron ayer también como un equipo de trabajo meticuloso. El técnico y sus dos hombres más cercano fueron los primeros en saltar al césped de Ibaia para hacer distintas comprobaciones de las medidas del terreno, haciendo comparaciones con su etapa en Alcorcón. Tanto se fijaron en el detalle que a la conclusión del entrenamiento el ayudante del alicantino se reunió con el jardinero para solicitar un cambio en el corte del césped -en muy buen estado, por cierto, a pesar de lo mal que acabó el pasado curso y el duro calor del verano- para que estuviese al gusto de un Bordalás que ya marca estilo en el Alavés.
Visita de Querejeta Justo en el tramo final de la sesión hizo acto de presencia en la ciudad deportiva Josean Querejeta. Minutos antes que el alma mater alavesista había aparecido por Ibaia su hermano Luis, consejero de la entidad, y tras departir durante unos minutos con el cuerpo técnico del filial, que también se ejercitó por la mañana, el máximo mandatario estuvo charlando a pie de césped con Bordalás, quien le agradeció su presencia en la sesión y con quien intercambió impresiones acerca de la situación del que en breves horas será nuevo jugador alavesista, el bético Dani Pacheco al que se espera en Vitoria a comienzos de esta semana.