Vitoria - Sin la insoportable presión de la pasada campaña a estas alturas del campeonato y con el deber casi cumplido de asegurar la permanencia un curso más en Segunda División afronta el Alavés su último tramo liguero con esa tranquilidad que confiere el deber cumplido y esa extraña sensación de tener en el horizonte por primera vez en mucho tiempo un objetivo ilusionante pero extraordinariamente complicado como es la consecución de una plaza que dé acceso a la liguilla de ascenso a Primera División. Concretamente la sexta, que en estos momentos ocupa el Zaragoza y que representa a tenor de los datos la última frontera entre la elite del fútbol español y el resto.
Como quiera que los cinco primeros clasificados en la tabla ya han abierto una brecha considerable con el resto -la distancia entre el quinto y el sexto a día de hoy es de seis puntos- y las diez jornadas que restan son ya pura matemática, la carrera por asaltar ese sexto puesto no ha hecho sino comenzar. Y en esa particular liguilla están involucrados al menos ocho equipos, entre ellos el Alavés, que para su mala suerte solo podrá enfrentarse a dos de esos rivales directos en las diez finales que le restan: ante el Numancia en la jornada 36 en el estadio de Los Pajaritos y con la Ponferradina en la siguiente en Mendizorroza. En el resto de enfrentamientos se medirá ante equipos que en estos momentos ocupan puestos de ascenso y que previsiblemente de aquí al final de temporada estén jugándose la vida en ese sentido como el Sporting, el Betis, el Girona, el Valladolid y el Las Palmas. O jugará ante escuadras que luchan ahora mismo y lucharán después por evitar el descenso como el Tenerife este domingo o el Albacete. Solo el Mirandés, a priori, podría estar no jugándose nada en esa misma tierra de nadie en la que se encuentra ahora mismo, aunque en diez partidos cualquier cosa es posible, como pudo comprobar el propio conjunto mirandilla la temporada pasada, que a pesar de llevar una ventaja considerable terminó descendiendo a Segunda B en la última jornada ante el Lugo. Solo las gestiones en los despachos y una serie de carambolas recuperaron el pasado verano al Mirandés para la causa.
30 puntos en juego Con toda la cautela del mundo, las posibilidades del Glorioso para asaltar esa sexta plaza que ahora ocupa el Zaragoza pasarán, o estarán cerca, por sumar los 60 puntos, lo que obligará a los de Alberto López a sumar, por lo menos, 16 de los 30 puntos en juego a partir de este sábado, un extremo nada fácil si se tiene en cuenta además que la mitad de esos diez partidos tendrán lugar fuera de Mendizorroza, donde el equipo ha sido muy vulnerable a lo largo de toda la temporada. Y basta un dato para confirmarlo: el Alavés solo ha sido capaz de ganar en tres ocasiones este año fuera de Vitoria, la última el pasado domingo ante el Alcorcón donde rompió con una racha de casi cinco meses sin triunfar como visitante.
Así las cosas, otro escenario bien diferente pintaría ahora para el Alavés si por el camino no se hubieran desperdiciado tantos puntos por culpa de ese excesivo espíritu conservador que tanto daño ha hecho al equipo en gran parte de la temporada. Sea como fuere, la recompensa a una temporada exitosa -según el particular barómetro que acostumbra a manejar el secretario técnico del club, Javier Zubillaga- está ahí y comienza en apenas 72 horas.
Al margen de la ilusión y la inercia competivia en la que ahora mismo se halla inmersa el Alavés, también cuenta El Glorioso en el caso del partido ante el Tenerife con el factor cancha a su favor para volver a sumar los tres puntos. Y es que de las 14 veces que ambos equipos se han enfrentado en Vitoria a lo largo de sus respectivas historias, los tinerfeños solo han podido llevarse la victoria en una ocasión. El resto han sido ocho victorias locales y cinco empates repartidos en otros tantos partidos de Primera (2), Copa del Generalísimo (1), final de 2ª B (1) y Segunda (10).
El último encuentro entre ambos se produjo la temporada pasada y finalizó con empate a dos goles. Viguera y Beobide dieron ventaja al Alavés en la primera parte, mientras que Expósito y Ayoze firmaron las tablas después. El anterior antecedente se produjo en la ida de la eliminatoria de campeones de la categoría de bronce, ya con los dos equipos ascendidos, y finalizó con dos goles de Viguera (2-0). El único triunfo del Tenerife en Mendizorroza, en Segunda, se produjo en la 08/09, en la que los isleños consiguieron el ascenso a Primera. Javi Guerra marcó para el Alavés mientras que Alfaro y Óscar Pérez le dieron el triunfo al equipo que entrenaba José Luis Oltra. La primera ocasión en la que Alavés y Tenerife se enfrentaron fue en la campaña 1974-1975, en un encuentro que se decantó a favor de los locales (1-0).
ALAVÉS-Tenerife. Los canarios llegan el sábado a Vitoria (20.00 h.) después de sumar un punto en casa ante el Zaragoza.
Sporting-ALAVÉS. Difícil visita ante uno de los gallitos de la categoría, que en estos momentos es tercero con 58 puntos.
ALAVÉS-Betis. El actual líder va de menos a más. Pepe Mel quiere el ascenso directo.
Numancia-ALAVÉS. En la misma pelea que El Glorioso por la sexta plaza. Hoy ocupa el puesto 12º con un total de 42 puntos.
ALAVÉS-Ponferradina. Otro conjunto que sueña con poder disputar el play-off. Los leoneses son 7º con 46 puntos.
Albacete-ALAVÉS. Tras una irregular campaña, el objetivo de los manchegos solo pasa por la permanencia, que ahora deja a seis puntos. Es 17º con 38 pts.
ALAVÉS-Girona. Los catalanes son una de las sorpresa del año. Hoy son segundos en la tabla (puesto de ascenso directo) y suman 59 puntos, a tres del líder.
Mirandés-ALAVÉS. El vecino se encuentra a estas alturas del año en tierra de nadie. Ocupa el puesto 14º y acumula 40 puntos.
ALAVÉS-Valladolid. No tiene pinta de que los de Pucela vayan a pinchar. Son 5º con 54 puntos.
Las Palmas-ALAVÉS. Mala visita para cerrar la Liga a Canarias, donde los insulares se jugarán el ascenso directo o una de las plazas de play-off.