Vitoria. Einar Galilea no debutó en Soria con la camiseta del primer equipo del Deportivo Alavés, pero como si lo hubiera hecho. Tampoco es que disfrutase de muchos minutos, pero como si hubiese jugado el partido entero. Ver a un chaval formado en la cantera de la entidad del Paseo de Cervantes vistiendo los colores del buque insignia del club siempre es un signo de felicidad. El joven jugador vitoriano debutó la pasada temporada en Estella apenas tres días antes de alcanzar la mayoría de edad en ese encuentro ante el Izarra que cerraba la fase regular, que de nada servía y que Natxo González utilizó para oxigenar al núcleo duro del equipo y premiar a los canteranos. Entonces Einar, de 17 años, tuvo una ración de 16 minutos y en su palmarés ya figurará para siempre un ascenso a Segunda División en el que disfrutó como nadie.

En Los Pajaritos fueron poco más de 60 segundos los que estuvo en el césped al entrar en pleno descuento. El hecho relevante, y así lo señaló Juan Carlos Mandiá ya en la previa del partido, es que esta joven perla de Ibaia, uno de los futbolistas con mayor proyección de la cantera, ya ha debutado en la Liga de Fútbol Profesional y ahora solo cabe esperar que pase a engrosar las filas de los que triunfaron en estas lides y su presencia no se quede en un mero hecho anecdótico como le ha sucedido a muchos de sus predecesores.

El eterno debate de si es el momento apropiado para dar una oportunidad a los canteranos se produce en Ibaia, Mendizorroza o cualquier tertulia de tinte alavesista un año detrás de otro y la respuesta que se suele obtener por parte del encargado de las alineaciones siempre suele ser la puerta cerrada. Mejor lo de fuera, suele ser la tendencia. Y ahora se presenta una nueva oportunidad de romper esa cadena, más aún con las apreturas económicas que vive el club, y demostrar por fin que se apuesta el todo por el todo por el fútbol base. Y es que materia prima no falta.

El gusto de Mandiá por Einar parece evidente. Ahora solo cabe aguardar si su presencia en el descuento ante el Numancia fue un gesto de cara a la galería en un partido que ya estaba ganado o si la apuesta es de verdad. No sería la primera vez que sucede lo segundo, ya que los jugadores que han tenido que emigrar de Ibaia tras recibir una primera oportunidad que luego no tuvo continuidad se cuentan por puñados. El más claro ejemplo reciente es el que representa Álex Vallejo, que jugó un partido en el que cometió un error y a partir de ahí se tiró por la borda todo el trabajo de formación realizado con un vitoriano que era un referente en categorías inferiores y que ahora lleva camino de convertirse en una pieza importante en el Mallorca.

Ese camino, el de Vallejo, se lo saben de memoria no pocos jugadores formados en Ibaia, obligados a marcharse lejos al no encontrar en su propio hogar de formación esa oportunidad que no parece tan complicada en otros lares. El ejemplo para Einar, y para todos los canteranos que vienen pegando fuerte por detrás, tiene que ser el de los Igor Martínez u Óscar de Marcos, los dos últimos grandes valores que ha dado la cantera alavesista y que triunfaron en el primer equipo antes de abandonarlo por motivaciones económicas después de su explosión.

En muchas agendas Con su estreno el Segunda División el pasado sábado, Einar se convierte en uno de esos pocos futbolistas alaveses que militan en la Liga de Fútbol Profesional, que esta temporada son concretamente seis. Álex Vallejo en el Mallorca, Igor Martínez y César Caneda (Mirandés), Óscar De Marcos y Gaizka Toquero (Athletic) y Manu García en el propio Glorioso componen la representación de la provincia en la élite estatal.

El objetivo ahora del joven defensor vitoriano es hacerse con un hueco definitivo en los planes del primer equipo, aunque no es para nada sencillo. Su juventud, su capacidad para adaptarse a varios puestos y su calidad ya le han convertido en un futbolista subrayado en rojo para los clubes vecinos y bien haría el Deportivo Alavés en guardarse las espaldas y mimar a una de sus jóvenes promesas, la última que ha debutado entre la élite y que ahora aspira a quedarse con los mejores.