Vitoria. El Deportivo Alavés regresará a la competición afrontando su particular cuesta de enero, un mes que se antoja como fundamental en el devenir del proyecto albiazul. Y es que, por mucho calendario que quede por delante aún con más de una vuelta entera por disputarse, los primeros compromisos del año 2014 son trascendentales para revertir la caída libre en la que el conjunto vitoriano se encuentra sumido desde hace más de un par de meses. En una competición tan larga como la que se presenta en Segunda División, el tiempo para la reacción solo se agota muy al final, pero no comenzar a sumar puntos con mayor asiduidad de lo hecho hasta ahora y de manera inmediata podría dar paso a un particular via crucis y una auténtica carrera contra el reloj y el calendario para nada deseable.

La visita al Numancia y, sobre todo, los dos compromisos consecutivos en Mendizorroza ante rivales directos en la pelea por la permanencia como Jaén y Girona, coincidiendo con el cambio de vuelta, son tres partidos en los que el equipo dirigido por Juan Carlos Mandiá tiene que dar un giro radical a su rendimiento y comenzar a recuperar parte de esos puntos que se le han quedado por el camino. En los tres partidos que el gallego lleva en el banquillo, el supuesto revulsivo que se supone en el relevo de entrenador no ha tenido efecto alguno. Tres puntos, y en el tiempo de descuento, de nueve posibles son una renta del todo insuficiente para un equipo que precisa comenzar a ganar con cierta regularidad y que tiene en enero la obligación de hacerlo para no correr el riesgo de verse descolgado demasiado pronto de su objetivo de la permanencia, que se complicaría en exceso.

Y es que, en este sentido, el mes que ayer arrancó es de máximo riesgo. A cuatro puntos de la línea roja que en estos momentos marca el Mirandés, el Alavés se encuentra ya a más de un partido de distancia de la zona cómoda. Y lo peor de todo es que el resto de acompañantes que llevaba ya tiempo metido en los puestos comprometidos -Tenerife, Sabadell, Hércules o Castilla- han ido reaccionando al tiempo que los vitorianos no podían frenar su progresiva caída al abismo que les ha llevado al farolillo rojo. Equivocarse en la misma medida que se ha hecho hasta la fecha podría propiciar que el socavón se ampliase y obligase al equipo a permanecer durante excesivo tiempo con el agua por encima del cuello, lo que no resultaría positivo sobre todo a nivel psicológico.

La primera de las etapas se vivirá el sábado en Soria, en una nueva visita a uno de los ocupantes de la zona noble de la tabla. El rendimiento a domicilio de este Alavés en los últimos meses es completamente nefasto y todo lo que se pueda rascar en la visita a Los Pajaritos será un punto de partida muy importante para afrontar posteriormente un doble compromiso en Mendizorroza ante dos rivales directos que tampoco atraviesan por su mejor momento.

El primero, en el cierre de la primera vuelta, será un Jaén ante el que se rememorarán tiempos mucho mejores y no tan lejanos. El conjunto andaluz, el menos competitivo económicamente de la categoría, se ha adaptado mucho mejor que el vitoriano a la categoría de plata, como bien demuestran esos cinco puntos de ventaja que en estos momentos tiene. Eso sí, la lógica apunta a que será un conjunto abonado al sufrimiento y que se planteará este duelo como una oportunidad de oro de tomarse la revancha del play off de ascenso -todavía se recuerda la polémica de ese doble duelo- y, de paso, asestar una puñalada a un rival directo por la permanencia.

Una semana más tarde, la segunda vuelta también arrancará con partido en el estadio del Paseo de Cervantes. Tocará entonces recibir a un Girona que, junto al Alavés, es en estos momentos el equipo que atraviesa por una peor racha en Segunda. Los catalanes arrancaron con solvencia y de esos puntos logrados en el arranque del curso sobreviven a duras penas, aunque ya en zona de descenso y con solo dos puntos de renta con los albiazules. En esta tesitura, en el que será el tercer duelo entre ambos equipos tras el de la primera vuelta y el de Copa, el triunfo ante los pupilos de Javi López, lo mismo que frente al Jaén, se antoja como fundamental como trampolín hacia una zona más tranquila en la tabla.