vitoria. Como una versión moderna de las plagas bíblicas, el Deportivo Alavés sufre en los últimos tiempos una especie de maldición que provoca que su enfermería se encuentre permanentemente a rebosar. Si ya la pasada temporada los problemas físicos fueron una constante, el cambio de ejercicio no ha supuesto ni mucho menos una mejora en este sentido. De esta manera, las lesiones continúan siendo un problema irresoluble en el seno de la entidad albiazul.

El último capítulo por ahora de este particular calvario está protagonizado por Jagoba Beobide y Toti. El primero tuvo que ser sustituido a la media hora de juego del encuentro del pasado domingo ante el Tenerife y el delantero salmantino, aunque terminó el partido sobre el césped, acusó después las molestias producidas por un mal gesto. Como consecuencia, ambos han sido sometidos durante el lunes y el martes a diferentes pruebas. Aunque el club no ha facilitado hasta el momento ninguna información oficial sobre el resultado de los exámenes, todo apunta a que confirmarán lo que se antojaba inevitable desde el comienzo.

Que no es otra cosa que los dos pasarán a engrosar la amplia lista de bajas con las que cuenta Natxo González y se perderán, como mínimo, el encuentro del próximo fin de semana en Valdebebas ante el Real Madrid B y previsiblemente alguna más de las siguientes citas del equipo.

En definitiva, dos nuevos contratiempos que, unidos a los ya conocidos de Iván Crespo, Laborda, Unai Medina y Ion Vélez, obligarán al conjunto vitoriano a viajar con lo justo a Valdebebas el próximo fin de semana. Pero, con ser preocupante, este punto no pasa de ser una gota de agua dentro del océano en el que está sumergido la entidad del Paseo de Cervantes.

Porque lo cierto es que lo verdaderamente grave es que no se trata en absoluto de un hecho aislado sino de una amplísima serie de episodios similares que no pueden contemplarse sin llevar a cabo una profunda reflexión para tratar de encontrar las causas que la producen y ponerla remedio.

La lista de percances es casi interminable. Nada menos que trece jugadores de la plantilla han sufrido desde que arrancó el curso algún tipo de percance físico que les ha obligado a perderse al menos uno de los compromisos oficiales del equipo. Pero es que, sumando las ausencias de todos ellos hasta el momento, resulta una espeluznante cifra de 51 bajas en las apenas doce jornadas que se han jugado. Eso, sin tener en consideración las nuevas ausencias de Beobide y Toti del próximo fin de semana.

Unos datos que obligan a un exhaustivo análisis. Más aún, teniendo en cuenta que únicamente una mínima parte de esas lesiones han llegado como consecuencia de acciones del juego con contactos de por medio. La gran mayoría, en cambio, están relacionadas con problemas musculares o articulares causados de manera individual.

La lista de afectados incluye prácticamente por igual a todas las líneas del equipo, ya que por la enfermería han pasado representantes de todas ellas. El guardameta Iván Crespo, los defensas Medina, Pepe Mora, Jarosik y Nano, los centrocampistas Lázaro, Beobide, Schenone y Juanma y los delanteros Quiroga, Gorka Laborda, Ion Vélez y Toti se han perdido como mínimo uno de los partidos del equipo.

Como consecuencia, únicamente nueve jugadores han estado a disposición de Natxo González en todos los encuentros que se han disputado hasta el momento. Debían ser diez, pero la baja de Manu García en la primera jornada por sanción reduce todavía más esta ya de por sí escuálida cantidad.