La plantilla del Deportivo Alavés ha vivido en el desplazamiento a Murcia un viaje diferente y más cómodo que los habituales, ya que en esta ocasión el avión ha sido el medio de transporte elegido para evitar unas cuantas horas de carretera en el autobús. Así, tras el partido la plantilla cenó y descansó en el hotel de concentración en la capital pimentonera, desde donde partió a media mañana con dirección a Alicante, donde tomó el avión de regreso hacia Bilbao para llegar poco después de las cuatro de la tarde a Vitoria. Tras este viaje, bastante más cómodo que otros realizados anteriormente en autobús, la plantilla alavesista llevó a cabo un entrenamiento vespertino en las instalaciones de Ibaia que fue de recuperación para los jugadores que más minutos acumularon en La Nueva Condomina. El que en peor estado acabó dicho compromiso fue Nico Schenone, que llevaba un fuerte vendaje en el tobillo, lo mismo que un Nano que arrastra molestias del esguince sufrido ante el Zaragoza en Copa. El equipo disfrutará hoy de jornada de descanso y regresará mañana al trabajo en una semana en la que Natxo González recuperará efectivos.