Vitoria. El curso que está firmando el Deportivo Alavés roza el sobresaliente, pero la competencia de sus dos rivales directos le va a obligar a acercarse a la matrícula de honor si pretende, como lo ha sido a lo largo de todo el año, seguir siendo el mejor de su clase. Si los tres, o al menos dos, de los implicados en la pelea por el primer puesto del Grupo II mantienen en las cuatro jornadas que quedan por delante el demoledor ritmo mostrado en los meses precedentes, todo hace indicar que el liderato de este lote va a ser el más caro de toda la historia de la Segunda División B desde que se instaurasen los tres puntos por victoria. Todo un desafío para los pupilos de Natxo González, que van a verse obligados a sumar muchos más puntos de los que habitualmente son necesarios para asegurarse su actual posición de privilegio ante la amenaza de sus dos perseguidores, Eibar y Bilbao Athletic.

Desde la temporada 1995-96, en la que entró en funcionamiento el actual sistema de puntuación, un total de catorce equipos lograron la primera posición de sus respectivos grupos con una cantidad de puntos inferior a la que actualmente se refleja en el casillero alavesista, que alcanza los 70. El récord en este sentido lo tiene el Alicante, al que en la temporada 2006-07 le bastaron 65 puntos para proclamarse campeón del Grupo III. En el otro extremo se sitúan Levante (1995-96), Murcia (2010-11) y Mirandés (2011-12), quienes con 82 puntos, cifra que alcanzaría el Alavés de ganar sus últimos cuatro partidos, comparten la mejor marca de la categoría.

Entre los extremos siempre hay un punto intermedio y la media de puntos que a lo largo de las últimas diecisiete temporadas han conseguido los sesenta y ocho campeones de grupo ha sido de 73,29, una cifra que en el actual curso le resultaría insuficiente a un conjunto vitoriano que se va a ver obligado a un importante esfuerzo final para ser campeón.

Su actual proyección tras 34 jornadas disputadas es sensiblemente superior a los 78 puntos (supondría sumar dos victorias y dos empates), una cifra que sus perseguidores podrían superar consiguiendo doce puntos (pleno de cuatro victorias) o diez puntos a través de tres victorias y un empate. Cuentas de la lechera de momento, pero números que aún no son del todo tranquilizadores si Eibar y Athletic mantienen su ritmo imperial y el Alavés baja un poco su rendimiento.

Y es que aún más relevantes que los puntos de los campeones son los puntos de los segundos clasificados, los que verdaderamente marcan la necesidad de los líderes. En este sentido, tiene El Glorioso dos perseguidores aún con opciones firmes, una situación muy difícil de ver en una categoría en las que las jornadas finales suelen ser un duelo entre dos, más aún teniendo en cuenta los altos registros puntuadores de los tres implicados, que no hallan parangón en la etapa reciente de la categoría.

76 puntos, mejores segundos La historia de las últimas diecisiete temporadas dice que poco más de un tercio de los sesenta y ocho subcampeones han sido capaces de alcanzar o rebasar los 70 puntos y los dos con mayor puntuación que se han quedado sin el liderato han sido Barcelona B y Melilla, en la campaña 2009-10. Hasta los 76 puntos llegaron ambos equipos, que se vieron superados por el Sant Andreu de Natxo González (78) y el Granada (76 y gol average), respectivamente. En el caso del Alavés, esos 76 puntos, apenas seis más que los actuales, se perfilan como una cifra completamente insuficiente, ya que sumando ocho de doce cualquiera de sus dos perseguidores le superaría al final.

Y es que, si las cifras que maneja el líder son aplastantes (solo nueve equipos tienen los mismos o más puntos que el Alavés a estas alturas), no son menos honrosas las de sus dos perseguidores. Solo existe un precedente de un segundo clasificado -del tercero mejor ni hablar- con más puntos que Eibar y Athletic con 34 jornadas disputadas. El Sevilla Atlético que en la temporada 2010-11 marchaba a cuatro puntos del líder Murcia.

Los pimentoneros, además, manejaban la renta más escasa de todos esos equipos que ya habían alcanzado los setenta puntos a estas alturas, ya que lo más normal es encontrarse con distancias abismales en estos casos entre los líderes y sus más inmediatos perseguidores. Incluso algún equipo ya se había proclamado campeón a estas alturas o estaba a punto de hacerlo merced a una diferencia que el Alavés, pese a su gran temporada, no ha conseguido amasar por culpa de unos oponentes que van a hacer que el primer puesto sea, casi con total seguridad, el más caro de la historia de la Segunda División B.