Vitoria. Con la derrota en Lleida el Deportivo Alavés puso fin a un tramo del calendario especialmente complicado en el que se ha dejado algunos pelos en la gatera, pero antes de su visita decisiva a Lezama del próximo 4 de mayo tiene por delante tres compromisos en el que el poderío de los rivales se reduce considerablemente con respecto a los que han sido sus últimos oponentes. Eso sí, los resultados recientes demuestran que la igualdad se convierte en presidenta en el tramo final de la temporada, cuando parece que las diferencias de potencial entre los equipos de la zona alta y los de la zona baja se desvanecen para dejar paso a resultados un tanto sorprendentes en ocasiones. Precisamente de eso, de que no se produzcan sobresaltos, tiene que asegurarse el equipo de Natxo González en sus tres próximos compromisos para conseguir un buen paquete de puntos y no llegar a Lezama a un vida o muerte.
Esta serie de tres partidos se abre el próximo domingo contra la Gimnástica de Torrelavega, un equipo que se encuentra en plena caída libre y que acumula seis derrotas consecutivas. El cuadro cántabro es en estos momentos en peor de todo el Grupo II y corre serio riesgo de entrar en zona de descenso, pero se trata de un oponente que no duda en echar mano de la dureza para trabar los partidos. Hasta el parón invernal aguantó bien el tipo pese a que los jugadores no cobran, pero la marcha de varios referentes le ha metido en un bucle de derrotas que el Alavés tiene que alargar.
La siguiente cita para los albiazules será en Santander, ante un filial del Racing que marcha último y tiene la amenaza del descenso cada vez más cercana porque le separan cinco puntos de la línea roja. El conjunto cántabro es el peor equipo como local del grupo con solo 16 puntos en sus partidos en La Albericia o Guarnizo -ha alternado escenarios-, pero en uno de sus últimos compromisos en casa se impuso al Bilbao Athletic, lo que debería suponer un importante toque de atención para los vitorianos.
El último partido previo al choque en Lezama será contra el filial del Zaragoza en Mendizorroza, en el que parece el duelo más complicado de esta trilogía. El cuadro maño ya ganó a los albiazules con claridad en la primera vuelta y tiene tanta calidad como irregularidad, por lo que aún no ha asegurado la permanencia.
Mientras que al Alavés parece que se le allana el calendario, al Bilbao Athletic se le pone cuesta arriba. En primer lugar le toca viajar a Tudela, donde el equipo local les espera con ganas de revancha tras un duelo de ida muy polémico. Después recibirá en Lezama a un Izarra que está al alza y se juega sus opciones de permanencia. Por último, visitará a un Barakaldo que está sublime. Por su parte, el Eibar también afronta un mes difícil. Primero recibirá al UD Logroñés, luego visitará al Sestao, jugará con el Amorebieta en Ipurua y en la jornada del duelo entre Athletic y Alavés se desplazará a Lleida.