El que se presentaba como el duelo en el que podía quedar definido el liderato del Grupo II no ha servido para que el Deportivo Alavés deje asegurada esa posición de privilegio que desde hace tanto tiempo ostenta, pero sí que ha dejado claro que no será el Eibar su rival por ese primer puesto de aquí a final de curso. Tenía el equipo de Natxo González la opción de ejercer de verdugo ante el que aspiraba a ser su rival directo y definitivamente lo ha dejado defenestrado.

En un partido que se fue oscureciendo con el paso de los minutos, ha sido el Alavés el que ha puesto más gotas de fútbol ante un oponente que lo ha fiado casi todo a la defensa. Apenas en una ocasión, por medio de Arruabarrena, ha disparado el Eibar entre los tres palos. Escasa incidencia. Tampoco es que los albiazules hayan brillado excepcionalmente, pero la calidad individual ha acabado dando premio al equipo que más ha empujado entre dos a los que el empate parecía servirles.

Una internada a base de fuerza de Juanma para centrar a Laborda y la cesión atrás del navarro la ha ejecutado a la perfección Viguera para ajusticiar al Eibar y borrarlo del panorama en la pelea por el liderato.