Vitoria. A veces la cabeza juega malas pasadas y algo así le ocurrió a Natxo González hace un par de semanas cuando se mostró tajante a la hora de asegurar que el equipo iba a acabar el año 2012 con más de cuarenta puntos en su haber. Se le olvidaba al técnico vitoriano que para el regreso queda una jornada con la que se cerrará la primera vuelta y es justamente en ese compromiso donde el preparador alavesista contaba con haber rebasado la citada cifra. Pese a este desliz, Natxo González no se quitó ayer presión de encima y asumió el reto que él mismo, sin quererlo, se marcó en aquella ocasión.

"Yo quería decir acabar la primera vuelta y dije acabar el año, pero acepto esta presión y prometo que acabaremos el año con 41", señaló tras el entrenamiento vespertino de ayer en Ibaia en el que se confirmó la ausencia por lesión de Jonan. Es el de las bajas un problema que el equipo ha arrastrado durante toda la campaña y que genera especial preocupación, ya que de una manera u otra está lastrando el rendimiento del colectivo.

"La verdad es que no hemos estado muy afortunados en este sentido. Hemos tenido lesiones graves, traumatismos, que eso nadie puede controlar, y también problemas musculares que tenemos que analizar un poco. Este descanso a ver si nos permite coger un poco de aire en este sentido y a la vuelta disponer de toda la plantilla", aseguró.

Pese a ello, el técnico albiazul desveló que "hay datos objetivos que dicen que individualmente no hay anomalías para pensar que el equipo esté cansado por estas primeras diecisiete jornadas" y por ello no se muestra preocupado, aunque reconoce que algunos jugadores, como el propio Jonan, están sobrecargados por la falta de competencia.

A nivel de rendimiento general, tampoco le inquietaría en exceso al técnico vitoriano cosechar un nuevo tropiezo esta tarde en Tudela: "Me ocupa el pensar qué hicimos mal ante el Zaragoza y el Athletic, pero cómo me va a inquietar. Cuando estás a ese nivel en el momento que bajas un poco se genera ese runrún. Al final en una temporada pasan estas cosas y no me inquieta para nada, me inquietaría si viera al equipo tristón y cabizbajo".

Pese a ello, el técnico vitoriano tiene claro que quiere quitarse de encima cuanto antes esas malas sensaciones que se le quedan a los deportistas cuando no ganan, pero es consciente de que no va a ser tarea fácil ante un Tudelano que es muy poderoso en casa.

"El Eibar cayó allí. Luego hay cosas curiosas. De los 18 goles del Tudelano catorce han llegado en la segunda parte; de los veinte goles encajados, quince han sido en los segundos tiempos. En casi todos los partidos de casa en el descanso iban empate a cero, en sus segundos tiempos hay mucho movimiento, hace partidos abiertos, de ida y vuelta, encaja mucho y hace goles. Será complicado, ellos empezaron muy bien la temporada, como suele ocurrir con los recién ascendidos que aprovechan la inercia positiva, han cogido confianza y me ha gustado los partidos que le he visto. Nuestro objetivo tiene que ser ponernos por delante, el único partido que se ha puesto por detrás lo ha perdido (Amorebieta). Los números dicen que somos un equipo fiable por delante en el marcador", concluyó.