Vitoria. El Deportivo Alavés recibió ayer por parte de la Federación Española de Fútbol la sanción esperada por el impacto que sufrió el portero del F.C. Barcelona, Pinto, en la cabeza durante la disputa del partido de ida correspondiente a los dieciseisavos de final de la Copa del Rey. El juez de Competición impuso al club vitoriano una multa de 2.000 euros por el lanzamiento de objetos, de los cuales uno hizo desgraciadamente diana en la cabeza de un rival. Según el acta arbitral, el gaditano José Manuel Pinto fue golpeado en la segunda parte por los restos de un bocadillo. Además de la multa económica, el recinto alavesista ha quedado apercibido de cierre para el futuro en el hipotético caso de que un incidente desagradable como éste vuelva a repetirse.
Con el fin de minimizar el impacto del más que probable castigo, el Alavés presentó hace días un recurso que Competición finalmente ha desestimado. La versión federativa dada a conocer ayer reza que "el lanzamiento de numerosos objetos desde la grada" -tal y como recogió en el acta el colegiado cántabro José Antonio Teixeira Vitienes- vulnera el Código Disciplinario, impacte o no alguno de los objetos a un rival. La multa tampoco ha sido demasiado onerosa para las arcas albiazules al no haber sufrido el guardameta blaugrana ningún daño físico. Durante el partido, de hecho, Pinto apenas precisó asistencia médica.
A partir de ahora, el Alavés dispone de diez días hábiles para presentar un nuevo recurso, en esta ocasión ante el Comité de Apelación de la RFEF, después de que Competición desetimara tanto el vídeo alegatorio presentado como el informe en el que el club recordaba que cesó el lanzamiento de objetos después de que se hiciera un llamamiento por megafonía. Pese a este derecho que le asiste, fuentes del Deportivo Alavés aseguraron ayer que "no tienen previsto recurrir la sanción".
llamamiento a la concordia En su nota, el club quiso "lamentar el desafortunado incidente que no empaña de ninguna manera el excepcional ambiente vivido en las gradas de Mendizorroza y el comportamiento del público en general". La fiesta vivida en Mendizorroza el pasado 30 de octubre, cuando se rememoraron las noches de Primera División o de la Copa de la UEFA que permitió a la entidad darse a conocer en toda Europa, trasladó a la afición unas dosis de emoción que no se enturbia con hechos como éste, aunque, por otra parte no cabe duda de que han de ser castigados.
Con el objeto de que actuaciones como éstas sean excepcionales y no se vuelvan a repetir, la entidad que preside Avelino Fernández de Quincoces también quiso hacer "un llamamiento a la afición para evitar este tipo de situaciones que dañan la imagen del club y que pueden acarrear el cierre del campo en caso de reincidencia". Ésta parece la hipótesis menos halagüeña para un Deportivo Alavés que camina firme hacia el play off de ascenso y que el hipotético cierre de Mendizorroza podría complicárselo. Por todo ello, el club quiso hacer público su desacuerdo con este tipo de comportamientos que no representan a la fiel afición albiazul.