Vitoria. Pasional y condicionado a menudo por el peso de la historia, el fútbol español se está adaptando a los tiempos modernos en los últimos años. Pasaron ya las temporadas en los que las inversiones externas se miraban con desconfianza, en los que los proyectos de nuevo cuño suscitaban más recelos que esperanza. El fútbol está convaleciente, en lo ecónomico, y cualquier medicina que pueda otorgarle unos días de vida extra son bienvenidas ahora.

Por supuesto, dentro de estas nuevas empresas, existen considerables diferencias. Hay inversiones foráneas continuistas como la realizada por Abramovic en el Chelsea, las hay efímeras y con aroma oportunista como la de Ali Syed en el Racing o la sufrida por el Alavés a manos de Dimitri Piterman y las hay también autóctonas, de altas miras y amplio conocimiento del medio como la que está llevando a cabo en granada el agente de futbolistas Quque Pina. A este último modelo es al que se más se asemeja el acometido por el Huracán Valencia.

Fundado en 2011 por un grupo de empresarios valencianos relacionados con el deporte rey y las apuestas online, encabezados por el periodista local Toni Hernández -lo de encabezar es uin decir, ya que desde Valencia se asegura que simplemente es la cara del proyecto-, el Huracán encabeza con suficiencia la clasificación del grupo tercero de la Segunda División B en su segundo curso en la categoría que es, a su vez, su segundo año de vida. Buena parte del mérito a este respecto habría que entregárselo al director deportivo, José Ignacio Hernéndez Herni, hermano del actual presidente y futbolsita retirado el pasado año de las filas del propio Huracán. Herni conoce la categoría y ha firmado a varios futbolistas con los que ha compartido vestuario, garantía, visto lo visto, de éxito.

La directiva valenciana concibió esta empresa como un proyecto de "fútbol en estado puro", en palabras del propio Hernández, Toni en este caso, por ello, se fijaron en la situación del Torrellano, un club en apuros económicos pero con una base deportiva ejemplar. En aquel momento embarcado en la Tercera División, el equipo levantino contaba con un equipo en División de Honor Juvenil, más otros dos equipos juveniles y una escuela de categoría autonómica, con dos cadetes y dos infantiles.

La obsesión del Huracán es hacer apología del fútbol valenciano a través de sus propios medios. El presidente de la entidad ha asegurado que el presupuesto que maneja no está entre los quince mayores de la categoría -indicativo de que es alto, al menos- y predica una democracia retributiva que se plasma en una asignación de presupuestos por demarcación y por jugador. Cantera, promoción del futbolista autóctono y trasparencia en lo administrativo, para con los integrantes del propio club, son los ingredientes de esta exitosa receta.

En 2011, tras la compra del club por el grupo empresarial que lo dirije en la actualidad, la RFEF ofreció a la nueva entidad hacerse con una plaza vacante en Segunda B previo pago del canón estipulado. Pese a la premura de la propuesta, los valencianos apostaron por ello y acabaron terceros en ese curso de debut, cayendo por penaltis en la fase de ascenso a Segunda División A ante el Lucena. Todo un logro.

En este segundo año, las cosas no podrían ir mejor para un Huracán que marcha líder invicto de su grupo con seis victorias y cuatro empates y, como es evidente, ha avanzado hasta la actual ronda copera. Éxitos logrados por la buena gestión en la contratación de jugadores sumada a los contratiempos que supone para los equipos vistantes desenvolverse en el campo de hierba artificial de pequeñas dimensiones en el que el equipo disputa sus encuentros como local. Todo son buenas nuevas, de esta forma, para un club que saltó a la palestra mediática de la mano del antiguo futbolista del Real Madrid, Liverpool o Valencia Fernando Morientes, quien inició en el equipo levantino su carrera como entrenador la pasada campaña, merced a las prácticas que llevó a cabo con el cadete del club. Grata repercusión que pretenderán, se empequeñezca al lado de los éxitos deportivos que se están gestando.