Vitoria. Luz al final del túnel. Después de muchas semanas -demasiadas- en las que parecía imposible encontrar una solución y el estancamiento de sus molestias no hacía sino acrecentar la preocupación, finalmente parece que Sergio Ayala está cerca de dejar atrás la lesión de tobillo que le ha martirizado desde el pasado mes de agosto. Y es que el joven central regresará a Vitoria el próximo lunes con el alta médica -y un estenso informe también, eso sí- bajo el brazo y en condiciones de ponerse a las órdenes de Natxo González y empezar su particular pretemporada.
Así se lo comunicó ayer el Barcelona -club propietario de sus derechos y que lo ha cedido a la entidad del Paseo de Cervantes- al Alavés. Tras permanecer durante aproximadamente un mes en la Ciudad Condal trabajando con los servicios médicos del conjunto culé, el jugador ha conseguido superar los problemas en el tobillo -lo que inicialmente habían catalogado como un esguince resultó ser bastante más grave- y puede volver con el objetivo de ponerse en forma lo antes posible para poder ayudar al Deportivo Alavés.
Antes, eso sí, los responsables del cuadro vitoriano revisarán a fondo el informe médico remitido desde Barcelona para evitar encontrarse con nuevas sorpresas desagradables. Y es que, cuando ya se han disputado las siete primeras jornadas del campeonato, Ayala no ha estado a disposición de Natxo González en ninguna de ellas -por lo que todavía no ha debutado de manera oficial como albiazul- y, en el mejor de los casos, aún deberán pasar varias semanas más hasta que pueda estar sobre el césped. Un caso muy similar al de Luismi, que sigue sin encontrar solución para sus molestias musculares en el gemelo.