Vitoria. El sábado el sueño que estaba viviendo la villa de Laudio de poder ver a su equipo, por fin, en Segunda División B se desvaneció. La derrota en casa por cero goles uno ante el San Fernando gaditano dejó al conjunto alavés, de manera definitiva, fuera de la tercera categoría del fútbol estatal. Su cita con la historia se tornó en una decepción para los laudiotarras tras su magnífica campaña.

Fundado en 1978, los alaveses llevan sus poco más de tres décadas de existencia entre Regional, Preferente y Tercera y nunca habían estado tan cerca de subir este escalón. El camino había sido arduo. Tras un curso impoluto, el Laudio consiguió terminar la temporada regular como líder del Grupo IV de la Tercera División. Atrás quedaron equipos de enjundia para la categoría como Beasain, Barakaldo o Portugalete. Los setenta y siete puntos firmados por el equipo que entrena Ramón Castelo fueron suficientes para comandar la tabla y asumir, en consecuencia, los privilegios propios de tal logro.

Estos, éste mejor dicho, consistía en la opción de conseguir el ascenso tras una sola eliminatoria, pero en su camino se cruzó uno de los gallitos de la categoría. No hace tanto que pudimos ver al Ourense competir por los campos de Segunda División. La ley del fútbol les había hundido dos escalones en el escalafón competitivo estatal pero no desaprovecharon la oportunidad. El vizcaíno Eder fue el autor del tanto que envío a los ayaleses a la repesca.

Habría de superar dos eliminatorias, entonces, para competir la campaña venidera en Segunda B. El primer escollo estuvo en las islas baleares. El Llosetense no fue rival y, tras el empate a uno cosechado en la isla, un contundente tres a cero otorgó el pase a la siguiente ronda al Laudio.

El rival definitivo sería el San Fernando gaditano. Pese a haber quedado segundo de su grupo, sus 74 puntos -tan sólo tres menos que los ayaleses- presagiaban un duelo de alto voltaje. Finalmente, y para desgracia del cuadro alavés, no lo fue tanto.

El contundente dos a cero cosechado por los andaluces en su estadio allanaba, de manera diáfana, el camino a los de Bahía Sur. El sábado a las 18.00 horas, Ellakuri se engalanó a la espera de la proeza. No se dio. Cero o uno andaluz y a soñar un curso más con la Segunda B.