Vitoria. Lesiones, lesiones y más lesiones. Los problemas físicos han sido una constante en el Real Unión a lo largo de los últimos meses. Un lastre insuperable para un equipo que incluso ha tenido que echar mano de su filial para completar algunas convocatorias. Sin ir más lejos, un jugador de su segundo equipo, Arzamendi, fue el encargado de poner el gol del empate que conquistó el cuadro fronterizo en Ipurua hace apenas siete días. Dentro de esta inisual plaga, uno de los grandes perjudicados ha sido un habitual en estas lides. Ni en Donostia ni en Vitoria ni en Irun. Las lesiones siguen persiguiendo a Jules Pardo allá por donde va. Esta tarde podría volver a vestirse de corto tras casi dos meses parado y no podría haber elegido un sitio más señalado para reaparecer. "Fue el primer partido que miré cuando salió el calendario", recuerda el centrocampista galo, que esta tarde se reencontrará con Mendizorroza.
Las lesiones, otras vez, vuelven a ser su gran lacra. Y no se trata de pequeños problemas físicos que desaparecen en un par de semanas. Ni mucho menos. Ya el año pasado le tocó sufrir de lo lindo y esta temporada sigue un camino parecido.
"Siempre se dice que con las lesiones se aprende, pero yo más ya no puedo aprender. Llega un momento en el que te adaptas, pero es muy duro. Tú llegas a un sitio con ganas de jugar y lo único que haces es estar en la grada, pero eso hay que superarlo. Lo que más me fastidia es que no es cosa mía. Si me lesionase yo solo no me importaría tanto, pero siempre es en choques desafortunados en los que salgo yo mal parado y pago todas las facturas", lamenta el centrocampista galo.
Pero el francés no está siendo el único perjudicado por una lesiones que se han cebado especialmente con el cuadro irundarra, aún más a lo largo de una última fase de competición en la que el equipo de Roberto Olabe ha ido cayendo en su rendimiento de manera progresiva. "Este año no estamos teniendo nada de suerte con las lesines porque hemos estado muchos jugadores de baja y, quieras o no, eso hace que el rendimiento del equipo baje. Los que están bien no entrenan igual y se pierde competitividad, por eso el nivel baja", explica Pardo.
Por eso, el Real Unión se ha convertido en un equipo "de dos caras" que tan pronto deslumbra como entra en barrena. "Empezamos mal, luego fuimos alternando buenos partidos con otros malos, después tuvimos una racha muy mala y ahora estamos en un momento horrible. Es como el día y la noche. Está claro que hemos pagado todas las lesiones que hemos tenido, pero ahora hay que borrar todo el pasado, mejorar en lo que hemos hecho mal y mantener lo que hemos hecho bien", advierte el mediocentro.
Con estos precedentes, el partido de esta tarde es fundamental para los irundarras, que son conscientes de que una derrota puede ser una estocada mortal en sus aspiraciones de play off. "Si no ganamos se complica, pero la Liga es muy larga y ya lo vimos el año pasado con el Alavés. Lo importante son los dos últimos meses, cómo acabas", recuerda un Jules Pardo que hoy regresa a Mendizorroza.