Vitoria. Para frotarse los ojos. José Carlos Granero tendrá que ponerse a contar de uno en uno hasta llegar a veintidós cuando esta mañana salte al césped de Ibaia para comenzar el entrenamiento. Por primera vez esta temporada, el preparador valenciano podrá contar con su plantilla al completo, toda una noticia dentro de un equipo que se ha visto seriamente golpeado por las lesiones en el primer tramo de la temporada y que a partir de ahora espera tener la fortuna de la que ha sufrido con las dolencias físicas.

En principio, la de ayer estaba llamada a ser la jornada en la que Granero contase con todos sus jugadores por vez primera, pero en esta ocasión fueron los estudios, concretamente los de Alex Quintanilla, los que impidieron que se produjera la esperada noticia.

Al bilbaíno le tocó ayer afrontar un examen de su carrera de Ingeniería Industrial y su llegada al entrenamiento se retrasó, por lo que le tocó recuperar el trabajo perdido cuando llegó a Ibaia.

Quintanilla era el único ausente dentro de una sesión en la que ya se pudo ver trabajar a Gorka Azkorra al mismo ritmo que el resto de la plantilla. El delantero vizcaíno ya ha superado la rotura en el sóleo que sufrió en el primer entrenamiento de la temporada y está listo para reaparecer el próximo sábado contra el Real Unión. El punta comenzó a correr la semana pasada y en la actual ya se ejercita al mismo ritmo que el grupo, por lo que está dispuesto para jugar.

Lo mismo ocurre con un Marc Fachan que ya la semana pasada se reintegró al grupo. El francés no viajó el pasado domingo a Zubieta, pero Granero le incluirá en su primera lista -siempre convoca a todos los disponibles en Mendizorroza- este sábado. De la misma manera, el único jugador que arrastraba aún molestias, César Meza Colli, quien sufrió un duro golpe en el tobillo el lunes, se ejercitó ayer con total normalidad.

El único que todavía se encuentra en fase de recuperación y necesita aún algo más de tiempo para poder jugar es Pablo Gallardo. El sevillano sigue quemando etapas en una recuperación que va por buen camino, pero no se quiere forzar la situación para evitar cualquier problema. Eso sí, si todo marcha según lo previsto en un par de semanas debería estar preparado para jugar sus primeros minutos y comenzar a coger continuidad en el equipo.