Vitoria. Javi Casares ya se ejercita con el grupo con total normalidad, pero el gaditano es consicente de que todavía es pronto para verle de nuevo vestido de corto. La rotura de fibras que sufrió en los últimos compases del partido contra el Zamora ha mantenido al extremo diestro alavesista alejado de los terrenos de juego durante las últimas siete semanas, pero una vez superadas casi todas las molestias el jerezano ya cuenta los días que le restan para volver a sumar el positivo al equipo, lo que espera hacer en el partido contra el Burgos.

Casares se reintegró al trabajo con el grupo en la sesión vespertina del miércoles, aunque en la misma no completó todos los ejercicios por la elevada exigencia física que suponían. Eso sí, en el entrenamiento matinal de ayer el gaditano fue uno más a las órdenes de José Carlos Granero, lo mismo que espera hacer hoy en Mendizorroza.

Pese a esta reincorporación al trabajo con sus compañeros, el extremo derecho alavesista tiene claro que físicamente todavía no se encuentra en plenitud de condiciones. El partido contra el Lemona le llega demasiado pronto, lo mismo que el del próximo miércoles contra el Bilbao Athletic. Eso sí, Casares considera que el compromiso del próximo sábado 26 de noviembre contra el Burgos en Mendizorroza, ya con más de una semana de trabajo en sus piernas, puede ser el de su regreso.

Por otra parte, Alex Vallejo y Kevin Calle formaron ayer parte del entrenamiento, al que no acudieron el resto de canteranos que trabajaron en la sesión del miércoles. Dada la plaga de bajas que afecta al equipo, que solo podrá contar con quince jugadores en plenitud de condiciones, parece que Kevin va a ser el que complete la lista de dieciséis.