Vitoria. La acumulación de lesiones que está padeciendo el Deportivo Alavés se está convirtiendo en un auténtico rompecabezas para José Carlos Granero, quien se está viendo obligado a recomponer su once titular cada jornada después de haber repetido alineación en sus dos primeros partidos en el banquillo vitoriano. Ahora es la ausencia de Javi Rubio, que arrastra una sobrecarga en los isquiotobiales que le impedirá ser de la partida el próximo sábado, la que obliga al preparador valenciano a una nueva vuelta de tuerca para componer el once que considere más competitivo teniendo en cuenta las destacadas ausencias que arrastra el equipo en estas fechas.
Y es que, la baja de Javi Rubio se une a las de Pablo Gallardo, Javi Casares y Luis Prieto. Cuatro ausencias de cuatro hombres llamados a ser referentes en este Alavés. Cuatro ausencias concentradas en unos puestos determinantes que dejan muy mermados el eje de la zaga y la zona de creación en el centro del campo albiazul.
Ante estas destacadas bajas, Granero se esfuerza en buscar soluciones. Si en Lezama fue Quintanilla el que actuó como central ante la ausencia de Prieto, en esta ocasión el joven jugador bilbaíno podría volver a ejercer de pivote defensivo, actuando por delante de la línea de cuatro en la posición que el pasado sábado ocupó Lázaro. El navarro podría adelantarse varios metros en esta ocasión para reemplazar a Javi Rubio como pareja de Indiano en la creación.
La prueba con Quintanilla adelantado del entrenamiento vespertino de ayer sirvió para que Aridane, inédito con Granero, formara pareja con Jon Moya. El canario no ha tenido ninguna oportunidad desde que el técnico valenciano asumiera los mandos del Alavés, pero la plaga de bajas en la zona podría devolverle a la titularidad. Eso sí, el preparador valenciano también probó a Fachan como central en su ensayó, dejando el lateral derecho en manos de un Óscar Rubio que tampoco ha disfrutado de minutos en los últimos partidos.
El preparador alavesista tendrá que seguir despejando las dudas que alberga a lo largo de los dos entrenamientos que todavía tiene por delante para afrontar el importante choque contra el Logroñés, pero lo que parece tener claro es la repetición del sistema de juego por el que apostó en la visita al Bilbao Athletic. En Lezama, Granero varió su tradicional 4-4-2 hacia un 4-1-4-1 en el que la banda derecha ofensiva fue ocupada por un Geni que dejaba el carril largo para las llegadas desde atrás del lateral diestro, un Fachan que estuvo brillante.
Frente al Logroñés, el técnico valenciano parece decidido a repetir esta idea que durante muchos minutos ofreció unos buenos réditos en la visita al filial rojiblanco. Geni volvería a dejarse caer a la derecha, con Sendoa ocupando claramente la banda zurda. La única duda está en la punta, donde Jito actuó ayer al lado del capitán pero donde siempre ha sido titular Azkorra desde la llegada de Granero a la disciplina alavesista.