Vitoria. No ha salido mal parado el Deportivo Alavés de la disputa de una duodécima jornada que el cuadro vitoriano, y otros cinco equipos, todavía tiene pendiente por la suspensión de su partido contra el Bilbao Athletic. Son las cuentas de la lechera, auténtico fútbol-ficción, pero una supuesta victoria en dicho compromiso colocaría al conjunto vitoriano en puestos de play off. El equipo de José Carlos Granero es décimo del Grupo II, a tres puntos de los puestos de privilegio, la misma distancia desfavorable que tenía hace siete días.

El que se sigue alejando es el líder, un Mirandés que continúa completamente intratable y que ayer despachó a la Ponferradina en su visita a El Toralín (0-2). Los de Carlos Pouso no aflojan el ritmo y sacaron provecho de la expulsión de Mateo para marcar dos goles en el tramo final por mediación de Iribas y César Caneda. El cuadro burgalés ya aventaja en nueve puntos al segundo, en diez al quinto y en trece al propio Alavés.

El otro gran beneficiado de la jornada fue el Real Unión, que con su victoria en Las Gaunas (0-1) consiguió acceder hasta la tercera plaza gracias a los tropiezos de todos los equipos que le precedían en la clasificación. El equipo de Roberto Olabe no están desprendiendo unas sensaciones maravillosas en el arranque de curso, pero en los últimos partidos se está mostrando muy solvente ante oponente con potencial. El gol de Iker Alegre le dio a los guipuzcoanos el triunfo ante el Logroñés.

El Eibar perdió su puesto de privilegio al empatar en su visita a Segovia. Espín adelantó a los armeros, mientras que Ildefonso Francisco empató de penalti para la Segoviana. Tampoco la Gimnástica Torrelavega pudo pasar del empate (0-0) en su visita a un Salamanca que no acaba de levantar cabeza.

Otra de las sorpresas del arranque del curso, el Sestao, se impuso con comodidad a la Arandina (2-0) con los goles de Oskar Martín y Ortega en propia puerta. En la zona baja, un gol de Jonathan Carril le dio un valioso triunfo al Palencia frente al Guijuelo. Por último, el Burgos de Miguel Ángel Álvarez Tomé sigue sin levantar cabeza y sumó ante Osasuna B su décima derrota consecutiva (1-2). Pese a que Rufino puso por delante a los burgaleses, Torres y Unai García le dieron la vuelta al marcador.