Problemas, problemas y más problemas. No lo está teniendo para nada sencillo el Alavés en el primer tramo de la temporada y, para corroborarlo, ahí están unos resultados que distan mucho de los esperados. Por si fuera poco, el cuadro vitoriano está teniendo que afrontar repetidamente la desigual batalla con ese enemigo invisible que suponen las lesiones, muchas de ellas de relevancia. Las malas noticias desde la enfermería llegan una semana sí y otra también y la continuidad de las mismas está propiciando una enorme pérdida desde el punto de vista competitivo.
Luis Prieto ha sido el último en añadirse a una larga lista que inauguró Gallardo. Apenas padeció problemas físicos la plantilla durante la pretemporada, pero el mazazo llegó con el percance en la cadera que sufrió el sevillano. Rotura parcial del ligamento redondo y una condiopatía leve. Cuatro meses de baja y la pérdida para el equipo de uno de los jugadores llamados a liderar el proyecto. Su recuperación, que va por buen camino, para enero.
El siguiente en caer fue Alex Sánchez. Incorporado de forma tardía al equipo, el portero catalán sufrió una amigdalitis, acompañada de una fiebre muy alta que le provocó llagas en la boca. Se tuvo que quedar dos partidos fuera de la convocatoria por culpa de esta enfermedad.
En la quinta jornada, cuando se habían disputado poco más de veinte minutos del duelo con la Arandina, Azkorra pasó a la lista de lesionados. En su caso, una rotura en el sóleo de la pierna izquierda le dejó fuera durante tres partidos.
Apenas siete días después, la jornada previa al enfrentamiento contra el Guijuelo, fue Javi Rubio el tocado por la fatalidad en el último entrenamiento de la semana. Una rotura de fibras en el bíceps femoral le mantuvo al margen del grupo los siguientes tres partidos, pero hasta la fecha no ha vuelto a disputar minuto alguno al no encontrarse todavía en plenitud física.
La situación se complicó todavía más después del partido contra el Zamora, en el que fue Casares el que acabó lesionado. El gaditano sufrió una rotura de fibras que a día de hoy aún le mantiene en el dique seco. El extremo derecho se ha perdido los últimos cuatro partidos y tampoco podrá jugar mañana en Lezama, aunque se espera que esté restablecido para el próximo.
Fueron aquellos unos días extremadamente complicados para el Alavés, ya que a los cuatro lesionados se unía toda una serie de problemas físicos en figuras determinantes, como el caso de un Sendoa que estuvo con molestias en la rodilla durante varios partidos. Tampoco Geni, Indiano o Fachan se libraron de padecer diversos problemas físicos, aunque no se perdieron partidos.
Cuando todo parecía volver a la normalidad y las noticias desde los servicios médicos eran siempre positivas, el anuncio de la lesión de Luis Prieto -esguince en la rodilla derecha y distensión del ligamento lateral interno- ha supuesto un nuevo mazazo para el equipo, ya que el central, que sufrió un traumatismo craneoencefálico contra el Zamora, es una de las piezas fundamentales. La presencia de Dennis Nájera mañana ante el Bilbao Athletic también parece descartada.
En total, hasta seis lesiones de cierta relevancia las que ha padecido esta temporada una plantilla albiazul que está sufriendo mucho ante los constantes mazazos de ese enemigo invisible, pero dañino.