Vitoria. Presenciar los entrenamientos de José Carlos Granero ha resultado una experiencia tremendamente didáctica para todos los alavesistas que a lo largo de esta semana se han pasado por las instalaciones de Ibaia. El preparador valenciano, cual profesor, ha desgranado a sus pupilos los aspectos más básicos del fútbol, aquellos que se aprenden cuando uno empieza a dar las primeras patadas a un balón. Pese a que se supone que dicho aprendizaje viene de lejos, el nuevo preparador alavesista es de los que considera que lo más evidente hay que repetirlo de manera constante para que así sea mucho más complicado olvidarlo.

"Los fundamentos son necesarios en todos los niveles, aunque sean profesionales. Muchas veces los entrenadores damos cosas por sentadas en estos niveles altos y lo que escondemos son limitaciones. A los jugadores hay que machacarles mucho, hay que estar insistiéndoles mucho y solo cuando eres constante al final se consiguen las cosas. Es mi forma de trabajar. Veo que ha sorprendido mucho, pero creo que a los jugadores hay que atarles en corto y explicarles y decirles qué es lo que quieres de cada uno, qué es lo que quieres de cada línea y qué es lo que quieres de todo el equipo. Ese trabajo táctico hay que hacerlo todas las semanas, ir machacando los fundamentos, ir puliendo y mejorando la estructura. Eso hay que hacerlo siempre. Eso se tiene que hacer en todos los niveles, a veces lo damos por dado pero no es así", explica el técnico.

Aspectos fundamentales han sido los que ha tratado de inculcar el nuevo preparador albiazul a sus pupilos en las apenas cinco sesiones de entrenamiento que ha dirigido. Pese al poco espacio temporal de que ha dispuesto, Granero espera que ante el Palencia se comiencen a plasmar sobre el terreno de juego sus ideas: "Vamos a ver si son capaces de asimilar todo el contenido que hemos metido en cuatro días, que ha sido mucho tanto en el apartado defensivo, como en el ofensivo, como en otro tipo de detalles. He visto al equipo muy abierto, intentando captar todo lo que se le transmite. La impresión que me daban cuando les miraba es que todo era nuevo".

Uno de los aspectos en los que más ha incidido el nuevo preparador albiazul es en la necesidad de fortalecer la defensa y la explicación es clara: "Si miramos todas las clasificaciones de todas las categorías, vemos que los equipos que están arriba son los que encajan pocos goles". Para conseguirlo, lo considera fundamental que los jugadores "encuentren automatismos, que se conozcan en el campo y sepan qué tienen que hacer en cada momento, con y sin balón".

Pero además, de entrenador, Granero también está ejerciendo de psicólogo para demostrar a la plantilla que puede hacerlo mucho mejor de lo que se ha visto hasta ahora. "Yo les he dicho que conozco el camino y ellos tienen que confiar en mí. Soy la máxima autoridad, pero hay cosas que no tengo que imponer, aunque otras sí, como los aspectos disciplinarios y de profesionalidad, donde no perdono ni una. En aspectos de juego, al futbolista hay que implicarlo y comprometerlo y eso se hace cuando les explicas una cosa y ellos creen en lo que estás haciendo", explicó.

Por último, y con respecto al sistema de juego, el nuevo técnico alavesista tiene claro que va a comenzar apostando por el 4-4-2, lo que definió como el "sistema madre del que va a partir todo", sobre todo por la posibilidad que le ofrece una plantilla que cuenta con calidad y piezas sobradas en la vanguardia como para actuar con dos delanteros, algo que no ha sido habitual a lo largo de esta temporada.

"Puede haber variantes, pero mañana -por hoy- vamos a jugar con dos arriba. Este equipo tiene potencial arriba y es una de las claves, encontrar estabilidad y equilibrio. Es mi reto. Con la gente de talento ofensivo que hay, equilibrar al equipo para que defensivamente crezca, sea mejor y aprovechar esos recursos. Eso sí, que nadie espere todavía una revolución", concluyó.