Vitoria. El fallecido Jesús Gil era conocido en sus buenos tiempos por su facilidad para firmar los finiquitos de sus entrenadores. En dos décadas, por el banquillo del Atlético de Madrid pasaron más de treinta entrenadores. A este ritmo, el Deportivo Alavés va camino de romper todos los récords. La inminente contratación de José Carlos Granero convertirá al técnico valenciano en el noveno ocupante del banquillo albiazul en los últimos cuatro años. Desde que Mané pusiera punto final a la exitosa época continental, las idas y venidas se han enlazado a un ritmo infernal, incluso si dejamos a un lado la rocambolesca época Piterman. Su sucesor, el ahora consejero Fernando Ortiz de Zárate, continuó elevando los despidos casi a ritmo exponencial.

Zárate se sentó en el sillón presidencial en el verano de 2007 decantándose por Josu Uribe como su hombre de confianza, pero tras 25 jornadas la Segunda División fagocitó al preparador asturiano, que abandonó el cargo con una herida que a día de hoy aún no ha acabado de cicatrizar. Su silla no tardó en encontrar un nuevo huésped. José María Salmerón consiguió salvar la categoría en un tramo final de temporada que será recordado por todo albiazul que se precie. El gol de Toni Moral ante la Real Sociedad y el posterior triunfo en Vigo concedió un salvoconducto al técnico hasta la siguiente campaña, aunque su cabeza también acabó servida en bandeja de plata para colgar la de Manix Mandiola en pleno mes de diciembre. Amigo personal del que por entonces era director deportivo, Javier Pérez, el preparador del Eibar no acabó de cuajar ni en la plantilla ni en la grada.

Su socarronería dejó de tener gracia para Mendizorroza tras seis partidos. A día de hoy, Mandiola no pierde ocasión de rajar sobre su expresidente en cuanto tiene ocasión. Su puesto lo tomó Javi López, que en su primer partido no tuvo mejor idea que alinear a un Iban Fagoaga a años luz de estar en forma. No fue capaz de obrar el milagro y el Alavés descendió aquel verano. Semanas después, Javier Pereira -y el secretario técnico José María Cidoncha- fueron la gran apuesta personal de Zárate. Fallaron como una escopeta de feria y en febrero, en séptima posición a cinco puntos del ascenso, Iñaki Ocenda fue el relevo del ahora segundo técnico del Levante. Acabó la temporada en medio del cambio de presidencia y, tras finalizar el campeonato sin alcanzar el play off, Ruiz de Gauna puso sobre la mesa a Álvarez Tomé, el único entrenador que ha acabado toda la temporada en estos cuatro años. Pero los nuevos gestores quisieron desde un principio savia nueva para su etapa, y Luis de la Fuente fue el elegido. Nueve jornadas después, ya es historia.