Vitoria. Después de muchos meses de trabajo en la sombra para allanar el extremadamente laborioso proceso de desembarco en el Paseo de Cervantes y tras hacer oficial el pasado viernes el traspaso de poderes con la familia Ruiz de Gauna, ayer le tocó el turno de presentarse en público. De esta manera, arropado por todo su consejo de administración, Avelino Fernández de Quincoces afrontó una larga comparecencia en la que, pese a no esquivar ninguna de las numerosas cuestiones que se le plantearon, tampoco ofreció demasiados detalles sobre el nuevo Deportivo Alavés que va a nacer bajo su mandato. Dos asuntos, en los que incidió con reiteración a lo largo de su discurso, se erigieron en puntos claves de su argumentación. Por un lado, que el nuevo grupo gestor es consciente de que asume "un reto muy complicado" pero también "perfectamente posible". Por otro, que el objetivo principal a perseguir, más allá de resultados puntuales, es la "estabilidad" tanto económica como deportiva.

Precisamente en este segundo capítulo, el ya máximo responsable del club desveló que está trabajando en la contratación de un director deportivo que será quien tenga que asumir la responsabilidad de perfilar la fisonomía del conjunto que arrancará la próxima temporada 2011-12. A falta de descubrir la identidad del mismo -"teniendo en cuenta que entramos en San Juan puede que para San Fermín tengamos la cuestión resuelta", apuntó echando mano del santoral-, sí dejó claras las condiciones que deberá reunir. Y, desde luego, se exige un currículo de lo más completo. "Debe ser alguien que tenga un desarrollo y un concepto de juego muy concreto, que conozca el mercado de manera suficiente, que esté más que suficientemente contrastado y que tenga la capacidad para mantener esa dirección en categorías superiores", enumeró Fernández de Quincoces.

El propio presidente albiazul admitió que encontrar un candidato que cumpla con esos requisitos entraña "una dificultad enorme" teniendo en cuenta la perspectiva de que el equipo se encuentra todavía en la Segunda División B. Por este motivo, plantea un proyecto "a corto y medio plazo" que cifró en "cinco años" con el que pretende convencer al elegido para que acepte la propuesta albiazul. En el caso de que éste desestimara la oferta de Mendizorroza, se produciría una situación no deseada que "nos obligaría a plantearnos muchas cosas".

Tomé, "descartado" Quien seguro que no va a formar parte de ese nuevo proyecto es Miguel Ángel Álvarez Tomé. El técnico que ha conducido al equipo alavesista durante la recién concluida temporada está, en palabras de Avelino Fernández de Quincoces, "completamente descartado" para continuar vinculado a la institución del Paseo de Cervantes. De esta manera, de la mano del director deportivo que resulte finalmente elegido llegará también un entrenador que deberá asumir el reto de tratar de devolver a la escuadra albiazul a la Segunda División. Dos de los candidatos mejor colocados en estos momentos son el vitoriano Nacho González, que los últimos años ha dirigido al San Andreu, y Gonzalo Arkonada, que durante la etapa de Fernando Ortiz de Zárate al frente del club ya estuvo a punto de ocupar el banquillo local de Mendizorroza.

Por otro lado, el nuevo presidente desveló que durante "esta semana" se pondrán en contacto con los jugadores que han terminado contrato y los que mantienen el vínculo contractual con el club para transmitirles su punto de vista de cara al año próximo y, en su caso, comenzar a negociar.