Vitoria. Una nueva cita la que tuvo ayer el Deportivo Alavés en el Palacio de Justicia a la que acudió de nuevo como parte demandada tras no haber hecho frente a los pagos del primer plazo del convenio de acreedores. Dicha deuda tenía que haber sido saldada el pasado mes de noviembre y al no haber percibido los pagos algunos grupos de acreedores han interpuesto demanda reclamando que se declare el incumplimiento del convenio.
No se trata de ninguna novedad para el Alavés, ya que el pasado martes vivió una vista idéntica a la de ayer y en la que solo las cifras que condujeron a la reclamación variaban. Si la primera fue por un montante total de 560.000 euros, la que ayer condujo a un pequeño grupo de acreedores (Lacen, Carpintero, Garmendia y Kike Alonso) se cifra en cerca de 135.000 euros.
Tampoco la defensa jurídica del club, a través de la abogada Cecilia Maysounave, varió demasiado con respecto a la vista del martes. Una vez más, la letrada aseguró que dentro de un par de meses el Alavés tendrá la posibilidad de abonar esas deudas con una campaña de abonados que generará unos ingresos estimados de un millón de euros. Más cercana en el tiempo se encuentra la opción de obtener liquidez a través de las taquillas del play off, ya que el club estima que ingresará alrededor de 150.000 euros por cada partido en casa.
Además de estos ingresos, la defensa alavesista habló de la posibilidad de recuperar parte del dinero que se ha condenado a devolver a Dmitry Piterman -una cifra que ronda el millón de euros- y también se considera que la reclamación de un pequeño grupo de acreedores no puede cercenar el acuerdo global que supuso el convenio.
La petición de incumplimiento de convenio queda vista para sentencia y solo la esperada capitalización del club puede asegurar la supervivencia del Alavés si antes de que la jueza emita su veredicto -en el caso de que sea contrario a los intereses del club- entra en las arcas albiazules el dinero necesario para finiquitar las deudas.