Vitoria. Los últimos comunicados hechos públicos por los colectivos que conforman el entorno del Deportivo Alavés y por los componentes de la primera plantilla albiazul han conducido a la directiva de la entidad del Paseo de Cervantes a dar un paso adelante y proceder a la reapertura de un proceso que llevaba en el limbo desde el pasado 4 de abril, fecha en la que concluyó la primera prórroga que dieron los directivos en un momento en el que todo el mundo pensaba que la solución para el club estaba cercana.
Como lleva tiempo manifestando, el presidente alavesista, Alfredo Ruiz de Gauna, no pretende convertirse en un obstáculo para la supervivencia del club y el hecho de volver a abrir la ampliación de capital así lo demuestra. El grupo inversor, pendiente de la respuesta de Caja Vital a la solicitud de crédito, tiene las puertas abiertas para inyectar los 2,5 millones de euros de que dispone y que en estos momentos están depositados ante notario.
La directiva alavesista procedió en la mañana de ayer a inscribir la reapertura de la ampliación ante notario y se espera que en los próximos días -mañana o, como muy tarde, el lunes- el Boletín Oficial del Registro Mercantil (BORME) recoja la inscripción de este acto. A partir de ese momento, el tiempo comenzará a correr en contra de un Alavés que precisará de la llegada casi inmediata de inversores para no agotar sus propios plazos.
Vista la experiencia anterior, el problema de esta reapertura viene marcado por la posibilidad de que, como ocurrió en la primera prórroga, no llegue ningún inversor con el dinero necesario para completar los 2,5 millones de euros en nuevos títulos que quedan pendientes de vender. La directiva disponía de dos meses de plazo para conceder libremente en la ampliación y casi uno entero se ha consumido ya.
La primera prórroga se extendió durante un total de 26 días -desde el 10 de marzo hasta el 4 de abril- y, tras consumirse ese primer plazo sin que se concretase la llegada del grupo inversor, la directiva optó por detener el proceso para no seguir consumiendo más días de los dos meses hábiles para la adquisición de nuevos títulos en la prórroga concedida por el presidente.
Con esos 26 días ya consumidos, a la prórroga le queda una vigencia de 34 días. Si ese tiempo llega a consumirse sin que aparezcan los 2,5 millones de euros, la ampliación quedaría definitivamente cerrada incluso si no llega a completarse el desembolso completo del capital.