Vitoria. Con su visita a Barakaldo, el Deportivo Alavés sobrepasó los dos primeros tercios del curso liguero. El amargo sabor propiciado por el tropiezo en Lasesarre queda disipado por la excelente trayectoria que está dibujando el cuadro vitoriano, sólido y regular a lo largo de los seis primeros meses de competición. Líder en solitario del Grupo II, El Glorioso sigue bien encaminado hacia los objetivos marcados al inicio del curso. La presencia en el play off es ya casi una realidad, la aspiración al primer puesto continúa siendo firme y el equipo ha dado repetidas muestras de que cuenta con mimbres suficientes como para afrontar las eliminatorias por el ascenso y culminarlas de manera exitosa. Margen para la mejora hay siempre, pero lo cierto es que los pupilos de Miguel Ángel Álvarez Tomé están cumpliendo con lo que se esperaba de ellos allá por el mes de agosto cuando comenzó el presente curso.

Regularidad y efectividad han sido las dos grandes virtudes de este equipo a lo largo del último medio año. El conjunto albiazul no ha sido capaz de encadenar grandes rachas victoriosas -la mejor de ellas es de cuatro triunfos seguidos-, pero lo cierto es que tampoco se ha acostumbrado a tropezar varias veces seguidas. Es más, solo en cuatro ocasiones ha encadenado el conjunto vitoriano dos jornadas consecutivas sin ganar y su número de derrotas, solo cuatro, es el más bajo de todo el grupo.

Esta machacona regularidad ha sido la que ha conducido al Alavés a firmar unos magníficos registros, evidenciados por la media de dos puntos por partido que le ha hecho sumar los 52 que ahora acumula en estas primeras veintiséis jornadas. La cadencia resulta apabullante e inalcanzable apara sus rivales. Así, de mantenerse este ritmo, el conjunto albiazul se iría a los 76 puntos el próximo 15 de mayo, una cifra que le aseguraría, holgadamente además, el liderato del grupo.

Una capacidad goleadora sin apenas parangón en el fútbol estatal ha sido el principal argumento alavesista en lo que va de temporada. Las cuarenta y cinco dianas anotadas por el cuadro albiazul -solo en dos partidos se ha quedado el casillero de goles marcados a cero- le han permitido eclipsar algunos de sus defectos en muchos compromisos y sacar adelante partidos adversos gracias a esa tremenda pegada.

goles en contra Precisamente, esa capacidad goleadora es la que le ha permitido a los pupilos de Álvarez Tomé firmar hasta diez remontadas en lo que va de curso, lo que también habla bien a las claras del enorme potencial físico de un equipo en el que han imperado las rotaciones dentro de una plantilla en la que todos los futbolistas -la única excepción es el portero suplente- han disfrutado de oportunidades a lo largo de la temporada.

El estilo de juego agresivo y presionante instaurado por Álvarez Tomé, unido a esa descomunal pegada, ha permitido al Glorioso erigirse en el mejor visitante de la Segunda División B. El reverso negativo se encuentra en Mendizorroza, donde al Alavés le ha costado mucho más alcanzar el triunfo.

También en este apartado se ha mostrado regular el conjunto vitoriano, que en demasiadas ocasiones ya ha dejado escapar en casa puntos ante rivales de menor rango que con una buena defensa han puesto en jaque al cuadro albiazul una vez aprovechadas sus ocasiones.

El rendimiento ofensivo de los rivales, muy elevado cuando se enfrentan al Alavés, sigue siendo el principal quebradero de cabeza para un equipo que se ha acostumbrado a ver perforada su portería en casi todos sus compromisos. Solo en cinco ocasiones ha mantenido Montero su puerta imbatida en lo que va de temporada y, aunque la cifra de goles en contra no es exagerada (27), se trata de un problema cada vez más preocupante, sobre todo de cara a unas eliminatorias de ascenso en las que un solo fallo puede resultar decisivo. Por ello, y a pesar de que su trayectoria es notable, El Glorioso tiene que seguir mejorando en pos del sobresaliente.