Vitoria. Concluye hoy la primera fase de una ampliación de capital que ha tenido una relevancia mínima para un Deportivo Alavés que sigue a la espera de la llegada de dinero a sus arcas que le permita encarar el futuro con la liquidez suficiente para hacer frente a las deudas que tiene sin pagar.

En el primer mes desde que se publicase el proceso -la fecha real de conclusión del mismo es mañana, pero las oficinas del club están cerradas- de esta segunda ampliación la venta de nuevos títulos no ha despertado apenas interés y muy pocos han sido los que se han acercado a la sede del club en el Paseo de Cervantes a adquirir nuevas acciones. Algunos aprovecharon las festividades navideñas para hacer un regalo y algunos antiguos accionistas también han aprovechado la apertura de este nuevo proceso para adquirir más títulos, pero los movimientos han sido muy reducidos y apenas se han adquirido 150 nuevos títulos a lo largo de este primer mes del proceso.

El objetivo de los pequeños accionistas de conseguir la mayor atomización posible de las acciones del club entre la sociedad vitoriana y alavesa queda pospuesta una vez más y en esta ocasión parece que de manera definitiva. Lo cierto es que tampoco en esta segunda oportunidad ha respondido el alavesismo y su entorno a la llamada de auxilio de un club que queda ahora de nuevo a la espera de la aparición de un inversor poderoso que ingrese el capital necesario para completar definitivamente y en segunda instancia esta ampliación.

La existencia del derecho de compra preferente ha sido durante este periodo uno de los impedimentos fundamentales para que la situación del club y su futuro se hayan resuelto ya de forma satisfactoria con la llegada de un nuevo grupo inversor. Hasta la fecha, había que conseguir el beneplácito de los antiguos accionistas para hacerse con nuevas acciones y si bien esta operación era factible en pequeñas cantidades -el propio presidente ha facilitado la compra de muchas acciones cediendo sus derechos-, la misma era imposible si lo que se pretendía era suscribir el total del nuevo capital puesto en circulación.

Para conseguir adquirir todas las nuevas acciones puestas a la venta habría sido preciso contar con la cesión de los derechos de suscripción de todos los antiguos accionistas, un logro imposible de alcanzar y que desaparecerá en la segunda fase de la ampliación.

La misma se pondrá en marcha el próximo lunes y entonces ya no habrá derechos preferentes de suscripción por parte de los antiguos accionistas. Se abre así la puerta definitivamente a la llegada de nuevos inversores, que ya no tendrán las manos atadas para inyectar dinero en el club. La capitalización ya será libre y se podrán alcanzar los 2,5 millones de euros que aún tiene el club pendientes de suscribir, aunque, eso sí, lo que parece inevitable es que el que decida meter su dinero en el club tiene que llegar a un acuerdo con Alfredo Ruiz de Gauna para la gestión del mismo hasta que se produzca el cambio de poderes en una nueva junta extraordinaria.