Vitoria. Mientras que el Deportivo Alavés se ve atenazado ante la obligación de pagar las deudas generadas durante el mandato de Dmitry Piterman, el máximo responsable de dicho dislate económico sigue sin reembolsar a las arcas del club parte del dinero que salió de las mismas de forma bastante sospechosa durante su mandato. Ayer era el día señalado para que el Palacio de Justicia acogiese una nueva vista en contra del empresario ucraniano, pero la ausencia de varios de los testigos reclamados por su abogado defensor, Javier Tebas, propició que no quedase vista para sentencia y que fuese pospuesta hasta el próximo 26 de enero. Eso sí, en dicha fecha ya no habrá ningún subterfugio válido para la defensa de Piterman porque, tal y como indicó a Tebas con bastante enfado la magistrada encargada del caso, María José Villalain Ruiz, ese día el juicio se celebrará sí o sí después de acumular el mismo más de dos años de retraso con respecto a la fecha inicialmente prevista.
El incidente concursal en cuestión es el referido al cobro por parte de Piterman, a través de la asociación Management Deportivo, de un millón de euros en concepto de asesoramiento deportivo, además de otra causa, de 250.000 euros, por una cuenta abierta en el Banco Sabadell que no se refleja en los libros de contabilidad de la entidad del Paseo de Cervantes.
A la cita en el Juzgado de lo Mercantil de Vitoria solo se presentaron tres de los citados por parte de la defensa de Piterman: Chuchi Cos, Enrique Pérez y Alfonso Arriola. La ausencia de los otros cuatro testigos (Pepe Nereo, Ainara Knörr, Mario Luna y Rafa Monfort) fue la causa del nuevo aplazamiento del juicio ya que Tebas considera indispensable la presencia de Monfort para asentar su defensa.
A través de sus interrogatorios a Chuchi Cos (exentrenador del Alavés), Enrique Pérez (antiguo asesor jurídico del club) y Alfonso Arriola (anterior director general de la entidad), Tebas intentó demostrar que Piterman fue parte activa en todos los estamentos del club (desde el deportivo hasta el institucional) y que por todas las labores que desarrolló en la entidad le correspondía percibir el sueldo que él mismo se pagó a través de la sociedad Management Deportivo.
Los tres testigos detallaron el modus operandi del anterior accionista mayoritario del Alavés y su influencia a la hora de tomar decisiones relevantes para el club en todos sus apartados. Por su parte, desde la acusación se considera que, a pesar de ser un hecho real que Piterman controlaba todo dentro del club, el expresidente no tenía derecho a cobrar por dichos servicios porque en el organigrama de la entidad ya existían personas contratadas para llevar a cabo dichos cometidos.
recursos a las sentencias Por otra parte, Tebas sigue trabajando para presentar recurso a las dos sentencias en contra de Piterman que el Juzgado de lo Mercantil número 1 de Vitoria ha emitido hasta la fecha. En ellas se condena al empresario ucraniano a pagar 51.000 euros y 130.000, respectivamente, a causa de los incidentes concursales relacionados con la contratación de seguridad privada para su casa con cargo al club y las facturas falsas que pagó el Alavés antes de que fueran emitidas.