¿Cómo se vive a las puertas de un derbi? ¿Con un ambiente especial?

Sobre todo se nota por vosotros. Porque va a ser televisado y los medios llaman a algún jugador, o me llaman a mí... Pero, lo demás, a nivel de calle la gente está tranquila. No se ha creado expectación. Ni cuando íbamos primeros, ni ahora que está el Alavés... Aquí se ha vivido una experiencia el año pasado de un equipo que parecía que se iba a salir y luego se vino abajo y entonces la gente está un poco más comedida. No quiere lanzar las campanas al vuelo y está un poco viéndolas venir. Además están muy recientes todavía los derbis entre el Eibar y el Alavés en Segunda y yo creo que eso hace que se descafeíne un poco.

Pesa mucho por lo tanto el recuerdo del bajón que vivió el Eibar el año pasado.

El porqué no lo sé pero desde luego a día de hoy no palpo la expectación. En el entorno en el que yo me muevo por lo menos pesa más todavía y estamos más preocupados por la manera en la que nos hicieron perder el partido en Logroño y las consecuencias que trae por las expulsiones que por la visita del Alavés.

Se miden el primero y el segundo, sin duda dos de los equipos fuertes del grupo.

Yo creo que a priori también lo éramos y después de catorce jornadas esa candidatura que teníamos antes del inicio de la competición se está viendo que era por algo. Evidentemente Eibar y Alavés son equipos llamados a estar arriba. Ya el año pasado nosotros fuimos segundos y ellos quintos. Y este año va a ser algo parecido. Por eso es normal que sea un partido un poco especial. Por lo menos para los jugadores.

¿Lo que suceda será más importante en lo numérico o en lo moral?

Para mí lo más importante de ganar un partido suele ser que el siguiente lo afrontas con más seguridad y confianza en tí mismo. Tienes la tranquilidad de que vienes de ganar. Puedes no hacer un buen encuentro, tener un mal día. En definitiva, te puedes permitir alguna licencia más. Cuando vienes de perder, de jugar mal o de una racha mala los partidos anteriores pesan mucho. Yo creo que eso es lo que más se nota de cara a los siguientes compromisos. Por lo demás, esto todavía es muy largo. Fíjate, se puede dar el caso que, yendo ahora por detrás, si ganamos el sábado y una semana más tarde podemos sacarle cinco puntos al Alavés. Y resulta que ahora vamos por detrás, hace un mes le llevábamos siete puntos... Esto es muy cambiante pero la regularidad yo la mediría por ciclos y de momento llevamos un tercio de Liga y estamos arriba. Eso sí que es de tener más en cuenta que un resultado puntual. Por eso lo único que va a hacer este partido es que el siguiente lo afrontemos en una situación u otra.

Porque esto es una carrera de fondo.

Eso es, por eso es una Liga de 38 partidos.

Eibar y Alavés llegan con rachas contrapuestas, ¿cómo puede influir?

Evidentemente el Alavés afronta el partido desde un punto de vista anímico mejor que el nuestro. Pero también, aunque resulte paradójico, coincide que nuestra mejor racha de fútbol es ahora. Es cuando mejor estamos jugando. Sin embargo, hemos ganado partidos fuera haciendo muchísimo peor fútbol del que estamos practicando en este momento. Llevamos tres encuentros muy buenos pero sólo hemos sacado cuatro puntos y los números son los números. Para los resultados que estamos sacando el último mes, estamos jugando muy bien. Hemos tenido el colchón de los muchísimos puntos que habíamos sacado antes con un juego vamos a dejarlo en bueno sin más y ahora, cuando mejor estamos, nos está costando más.

Las expulsiones de Logroño le dejan con dos bajas importantes.

Son importantes pero no determinantes. Porque, a fin de cuentas, un equipo que pretende subir como nosotros o el Alavés no puede estar pendiente de que haya un par de jugadores que faltan. Imagínate si no cuando estás ya en el play off y se te lesiona uno y tienes sancionado a otro. Ya parece como que tienes que renunciar y no puede ser así. Yo creo que hacemos unas plantillas competitivas y aunque es una faena que te corten a gente que está en buena dinámica, el plan B siempre está previsto. Por lo tanto, no va a ser ninguna excusa para afrontar este partido.

¿Hasta que punto puede marcar Ipurua el derbi?

El público tiene su trascendencia. En momentos puntuales su ayuda es muy importante. Entonces, si nosotros conseguimos conectar con la grada y el público nos echa un cable, vamos a tener mucho ganado. Pero el primer paso lo tenemos que dar nosotros. Y también me imagino que habrá seguidores de Vitoria y el Alavés también se sentirá arropado. Espero que haya una gran asistencia y, si no necesitamos del público, mejor, pero siempre es mejor jugar con uno más.

¿Apostaría por un resultado con sólo un gol?

(Se lo piensa). No sé que decirte, yo apostaría que nosotros vamos a marcar un gol. Eso lo podría asegurar. Ahora, sé que ganar con un 1-0, aunque se da bastantes veces, de entrada es muy difícil. No sé lo que puede dar pero yo creo que los dos equipos estamos en muy, muy buen momento. Nosotros por juego y porque lo veo y el Alavés porque está avalado por los resultados.

Son los dos más goleadores del grupo. Las ocasiones parecen aseguradas.

Pienso que somos dos equipos, quizás el Alavés más todavía, que no necesitamos hacer gran fútbol para marcar goles. Tiene una pegada arriba muy fuerte.

Se va a reencontrar con el Alavés, ¿qué se le viene a la cabeza?

Sabes lo que pasa, que mi vivencia en Vitoria fue tan corta y tan curiosa que yo creo que fue una anécdota. No me aprendí ni el camino al campo, no me dio tiempo ni a eso. Fue un momento malo personal mío a nivel de salud también, la situación del club era horrible... Se dio todo tan enrevesado que fue una pena. Porque para un entrenador vasco es muy difícil, de hecho normalmente no se te da, la oportunidad de poder entrenar al Alavés. Pocos la hemos tenido. Yo la tuve pero no llegué en el momento justo ni en las mejores condiciones y fue una pena. Por eso, no tengo lazos con el Alavés porque no tuve tiempo. Lo que sí tengo es la sensación esa de pena de no haber tenido un mínimo de chance, de tiempo. Porque es un grande. Para los vascos el Alavés es el Alavés.

Es una espinita clavada.

Sí, sí, si. A mí si me preguntaran qué cosas desearía hacer en el futuro una sería, algún día, entrenar al Alavés. En una situación normal, de estabilidad en el club.

Que es lo que le ha faltado los últimos años.

Cuando estuve yo, aquello era una casa de locos.

Pese a esa convulsión, este año está consiguiendo que no le pase factura en lo deportivo por lo menos.

Sí, hombre, lo que pasa es que un equipo como el Alavés en Segunda B... Una capital de provincia como Vitoria, con la tradición que tiene y una historia reciente porque hace muy poco estaba en Primera División, en esta categoría a nada que haga bien va a estar arriba. Las crisis de los equipos de ese nivel son como los momentos más dulces de otros de pueblo. En el Eibar en un estado saneado y con dinero, el presupuesto es mucho más bajo que el del Alavés en crisis. Económicamente siempre estás por encima del resto o de la mayoría.

¿Cómo lo ve a nivel deportivo?

De momento tiene un entrenador que ya conoce la categoría perfectamente. Yo he coincidido con él más de un año y sé que saca rendimiento a lo que tiene. Su trayectoria le avala. Tienen plantilla y nivel técnico como para estar arriba. Ahora, nosotros también, el Real Unión también y hay otros equipos. Primero sólo queda uno y en play off entran cuatro. Por eso, el hecho de hacerlo bien no te garantiza nada porque no dependes sólo de tí mismo, aunque yo creo que al Alavés le va a ir bien.

¿Alavés y Eibar son los dos más fuertes del grupo?

Hombre, hay mucho por delante pero yo sí te diría, con respeto a todos, que los tres rivales más fuertes que veo son Alavés, Real Unión y Mirandés.

¿Quizás este último el más inesperado?

Para mí nada. A nivel de jugadores tiene prácticamente el presupuesto del Eibar y un entrenador que también conoce perfectamente la categoría. Además, vive con menos presión que Alavés o Eibar. Va a estar arriba seguro también, yo ya lo dije en julio, no ahora.

¿Se repetirá este derbi la próxima temporada en Segunda?

(Pausa). Si el Alavés consigue subir, sí.

Lo firmamos entonces.

Yo te he respondido clarísimamente. A no ser que se hagan dos grupos en Segunda, claro.