Vitoria. Era la crónica de un suceso al que únicamente restaba por ponerle la fecha pero, desgraciadamente, ya es una realidad. Y es que una vez que se ha cumplido el plazo para el abono del primer pago del convenio de acreedores y el club no ha satisfecho ese dinero, los acreedores han comenzado a reclamar lo que les corresponde.

De esta manera, un grupo integrado por aproximadamente una decena de futbolistas que comparte representación legal ha acudido ya al Palacio de Justicia a presentar la correspondiente denuncia. Entre los jugadores que han recurrido ya de manera efectiva a la vía legal destacan los nombres de Quique de Lucas, Carreras o Santi Carpintero. El montante total del dinero que debería haberles pagado el Deportivo Alavés el pasado día 18 ronda los 220.000 euros.

La denuncia interpuesta podría derivar, si el club no paga lo que les debe antes de la resolución definitiva de la misma, con la disolución de la entidad. Un escenario que nadie desea y que, pese a los problemas, parece poco probable en estos momentos. Y es que todo apunta a que estos impagos se corresponden con una estrategia para aprovechar los dos o tres meses que puede durar la tramitación del proceso.