Vitoria. Después de intensas jornadas de entrenamiento en doble sesión, el Alavés realiza una pausa. Es hora de desconectar de tanto trabajo físico y de fútbol. Por eso, el cuerpo técnico ha diseñado para hoy un día alternativo. Muy distinto de lo habitual.
Los integrantes del vestuario albiazul disfrutarán de una jornada de convivencia en el centro de aventura de Sobrón. El motivo de esta visita es hacer aún más grupo, que los jugadores se vayan conociendo aún más, estrechen lazos y de paso pasen un buen día realizando un buen número de actividades al aire libre en un bello paraje.
En esta ocasión, los integrantes de la caseta del cuadro babazorro tienen programadas dos actividades lúdicas, una en el campo de aventura del centro y otra de agua en el río.
En la primera de ellas, los miembros del Deportivo Alavés pondrán a prueba su vértigo al tener que completar un circuito diseñado en las alturas. En el mismo se podrá comprobar la habilidad y valentía de cada futbolista mientras atraviesa los puentes tibetanos, pasarelas colgantes y asciende por los diferentes rocódromos que conforman el recorrido. Además, todos ellos podrán probar la sensación de tirarse por cualquiera de las tres tirolinas de 25, 45 y 100 metros respectivamente de las que dispone el centro.
UNA COMIDA DE CIERRE A continuación llegará la hora de refrescarse con un paseo en canoa o kayak por el río Ebro que pasa al lado del centro o en el embalse de Sobrón. Ese será el punto final de una jornada de convivencia y aventura, que se cerrará con una comida en la que estarán presentes toda la plantilla y cuerpo técnico. Ya para el futuro, si les ha gustado la experiencia podrán repetir o incluso probar con el paintball, el tiro con arco, la mountainbike o la orientación.