DICE el refrán que quien da primero da dos veces. Sin embargo, no siempre es así. El Deportivo Alavés lo sabe muy bien. De hecho, el conjunto albiazul ha sufrido en sus propias carnes como el rival de turno le devolvía el guantazo y al final le dejaba sin el premio de la victoria.

El último ejemplo se vivió ayer en Mendizorroza. El gol de Arriaga permitía soñar con un nuevo triunfo, el sexto consecutivo. Sin embargo no fue así. Rápidamente el cuadro castellano logró la igualada con la que acabó el duelo. El último precedente de los siete que se han producido esta temporada, en los que el cuadro babazorro se ha puesto por delante y al final no se hizo con la victoria.

Al menos, para consuelo albiazul, en la gran mayoría de ellos, cinco, se llevó un empate y sólo cayó derrotado en dos ocasiones. Precisamente su rival de ayer fue uno de esos dos equipos que han conseguido dar la vuelta al tanto inicial marcado por los albiazules. En la primera vuelta, el gol de Romerito al primer minuto de juego fue remontado después por De Paula y Paulino.

Ayer de nuevo De Paula fue el encargado de amargar la fiesta a los aficionados babazorros con el tanto del empate marcado a los pocos minutos del gol de Geni. Igualada. Una de las cinco que se han producido cuando el Alavés se ha puesto por delante.

Las otras cuatro ocasiones en las que el Alavés mandó su ventaja inicial al limbo y se tuvo que conformar con un empate fue ente el Lemona por partido doble tras desaprovechar un 0-2 al descanso en Arlonagusia para acabar 2-2 y un 1-0 en Mendizorroza y también en casa frente al Lugo, partido en el que el Alavés se puso de nuevo por delante 1-0 y acabó 1-1, y ante Osasuna B, donde los albiazules echaron por la borda dos ventajas, primero con 2-1 en el marcador y después con 3-2 para acabar el duelo igualado a 3. Mala suerte.

Peor aún fueron las cosas como ya se ha dicho ante el Palencia en la primera vuelta y Mirandés. Estos últimos, en un loco partido, consiguieron dar la vuelta al gol de Geni en el minuto 47. Ventajas al limbo.

Al menos, el refrán de quien da primero da dos veces se ha cumplido en las otras 14 ocasiones en las que el Deportivo Alavés se ha puesto por delante -Cultural Leonesa (3-0), Guijuelo (0-1), Zamora (1-0),Compostela (3-0), Athletic B (3-1) y (0-2), Sestao River (1-2) y (2-0), Pontevedra (0-1), Racing de Ferrol (1-0), Compostela (1-2), Eibar (1-2), Barakaldo (2-0) y Mirandés (1-2)-.

El balance global es bueno para el Alavés. No en vano, de 34 jornadas se ha puesto por delante en 21 y ha sido capaz de llevarse la victoria en dos terceras partes, 14 un 66,6%, mientras que ha empatado cinco (23,8%) y ha perdido dos (9%).

LA única REMONTADA Queda claro que marcar primero es importante. De hecho, han sido escasas las ocasiones en las que el Alavés ha empezado por detrás y ha sido capaz de salir victorioso. Una nada más. De siete ocasiones en las que el rival de turno marcó primero, el cuadro de Mendizorroza tan sólo ha remontado una ocasión. Además de eso ha pasado mucho tiempo. Y es que la única vez en la que el conjunto vitoriano volteó el marcador inicial en la presente campaña se produjo en la primera jornada ante el Izarra. Reguero en el minuto 76 e Igor en el 87 dejaron en nada el gol marcado por De la Chica en el 21.

Aquello fue un oasis. Y es que en las otras seis ocasiones en las que los de Mendizorroza empezaron por detrás tan sólo fue capaz de rescatar un empate en dos ocasiones, mientras que perdió las cuatro restantes. Las derrotas llegaron ante el Racing de Ferrol (2-0), Eibar (0-1), Barakaldo (2-0) y Cultural Leonesa (1-0), en el choque que supuso la destitución de Pereira, mientras que los empates se produjeron ante el Celta B en casa y Zamora a domicilio al igualar el conjunto babazorro el tanto inicial marcado por vigueses y castellanos. Es la ley del que golpea primero.

Ayer, el Deportivo Alavés no supo sacar provecho de ello. Al menos, Iñaki Ocenda continúa sin conocer la derrota después de once jornadas. La trayectoria albiazul es magnífica. Siete victorias y cuatro empates. 25 puntos de 33 posibles. A ritmo de liderato. No en vano, el promedio al final de Liga sería de 86. En lo más alto.

Todo gracias a unos registros espectaculares. Eso sí, ayer el Palencia consiguió frenar el ímpetu goleador de los albiazules. No en vano, hay que recordar que el Alavés había marcado dos goles en cada uno de los últimos cinco partidos en los que había salido victorioso -Eibar, Barakaldo, Athletic B, Sestao y Mirandés- y ayer ante el Palencia sólo pudo hacer uno.