Miranda de Ebro. Quien quiera emociones fuertes, que no dude en hacerse rápidamente con las entradas necesarias para ver lo que queda de temporada a un Deportivo Alavés que amenaza con cabalgar ya durante todo el mes de mayo y también llegar con opciones de ascenso a finales de junio. Ni puenting, ni rafting, ni surfing sobre olas gigantes. El sentimiento albiazul, desplegado ayer en todo su esplendor en Miranda, depara emociones suficientes como para desatar toda la adrenalina acumulada en unos finales explosivos que amenazan con seguir cobrándose la salud de muchos corazones. A golpe de goles en el descuento, de Geni en esta ocasión, El Glorioso sigue abriendo la senda hacia un play off que cada vez se contempla más cercano. Hay vida. Hay esperanza. El Alavés ha desatado la ilusión a golpe de épica.

La sorprendente apuesta inicial de Ocenda por dejar en el banquillo a tres futbolistas fundamentales en los últimos compromisos en el entramado ofensivo -Geni, Igor y Arriaga- en busca de desgastar a la zaga rival no dio réditos positivos, a simple vista como se comprobaría más tarde, a un equipo que naufragó ante un Mirandés que arrancó el partido con varias marchas más y una intensidad con la que desarboló a su vecino.

El cuadro rojillo protagonizó una espectacular salida que cogió en frío a al Alavés. Los vitorianos se mostraban incapaces de contener las continuas acometidas de un rival que encontraba cómodas autopistas sin peaje para alcanzar las inmediaciones de Montero con amenazante peligro. Fue el guardameta albiazul el que se encargó de mantener el empate ante la falta de revoluciones de unos compañeros excesivamente apáticos en un duelo en el que no se podía escatimar una gota de esfuerzo, lo que unido a la ineficacia con el balón en los pies dejó a los albiazules completamente a la deriva.

Tras esa labor de desgaste llevada a cabo por la infantería, Ocenda decidió en la segunda mitad poner en liza a los pesos pesados de su artillería con las entradas al terreno de juego de Igor y Geni.

Al ataque Realizada esa tarea de zapa, los artificieros entraron en liza para dinamitar Anduva. Lo hizo el Alavés al encontrar el entendimiento entre dos jugadores de enorme calidad como Rico y Segura. El ilicitano en la conducción del contraataque y el sevillano en una definición en maravillosa vaselina abrieron la portería del Mirandés en el minuto 66.

Las gradas del estadio mirandés desplegaban un inconfundible color albiazul, pero el conjunto local se agarró a su incansable pelea y, a toque de corneta, buscó una igualada con la locura del que no tiene nada que perder. Una vez errado lo posible y lo imposible, encontró el equipo de Bañuelos un resquicio en la zaga vitoriana para que Haritz empatase al cabecear solo en el área en un saque de esquina muy mal defendido por los vitorianos.

Corría ya el minuto 84 y los ánimos alavesistas se vinieron ligeramente abajo. Pero, como ya ha demostrado este equipo, las procesiones sólo se acaban cuando pasa el último cura. Aferrado a ello, otra vez en el medio de un barullo a la salida de un córner, fue Geni el que se reconcilió con su propio pasado y, a golpe de chilena, consiguió otro gol que apunta a decisivo cuando el cronómetro, de nuevo, pasaba ya un minuto de los noventa señalados como reglamentarios.

La explosión fue, una semana más, antológica. Se ha acostumbrado este equipo a romper los corazones de sus aficionados, pero no lo hace ya de tristeza. Lo consigue ahora a base de golpes de épica y de goles que apuran al máximo el segundero. La reconciliación del asturiano con el gol una vuelta después de marcar el que hasta ayer era su último tanto de la campaña pone al Alavés en el disparadero del play off. La renta con el Pontevedra, fallón de nuevo, se estira ya hasta los seis puntos. Los corazones albiazules seguirán latiendo por el ascenso.

Goles: 0-1, minuto 66: Diego Segura. Rápido contraataque por la izquierda comandado por Óscar Rico, quien sirve en profundidad para un Diego Segura que salva la salida de Iván Gómez con una vaselina perfecta que se aloja en la red. 1-1, minuto 84: Haritz. Saque de esquina mal defendido por el Alavés que cabecea cruzado con comodidad Haritz al fondo de las mallas de Montero.1- 2, minuto 91: Geni. Barullo dentro del área mirandesa que resuelve Geni con un remate de chilena que se convierte en un gol decisivo.

Tarjetas: Ruiz Bada (c. cántabro). Amonestó a Tato (minuto 15), Iván Agustín, (minuto 48), Montero (minuto 72), Igor (minuto 76), Arriaga (minuto 79) y Haritz (minuto 88).

LA PELÍCULA